En México, las opciones más comunes para el abastecimiento de gas en hogares y comercios son el gas LP (licuado de petróleo) y el gas natural. Ambos tienen sus ventajas y desventajas, dependiendo de la perspectiva desde la cual se les analice: precios, seguridad y efectos sobre el medioambiente. En Imagen Poblana exploramos estas diferencias clave y para que tomes la mejor decisión.
¿Qué es el gas LP?
El gas LP es una mezcla de combustibles que se obtiene del proceso de refinación del petróleo y se utiliza principalmente para calefacción y cocina.
¿Qué es el gas natural?
El gas natural es un combustible fósil compuesto principalmente de metano, que se extrae de yacimientos subterráneos y se usa para generación de energía y calefacción.
Uno de los factores más importantes para los consumidores es el costo. Tradicionalmente, el gas LP ha sido más accesible en términos de costo inicial, ya que los hogares lo reciben en cilindros o tanques estacionarios, lo que elimina la necesidad de una instalación costosa de tuberías. Sin embargo, los precios del gas LP son mucho más volátiles, ya que dependen en gran medida de los precios internacionales del petróleo, lo que puede generar incrementos inesperados. Hasta el último corte del 26 de enero, en Puebla capital y municipios de la zona metropolitana mantenían el precio de 385 pesos por un tanque de 20 kilos.
Por otro lado, el gas natural, que se suministra a través de redes de tuberías, tiene precios más estables a largo plazo, aunque su instalación inicial puede ser más costosa debido a la necesidad de infraestructura, la cual puede oscilar entre los 2,000 a 14,000 pesos aproximadamente. Actualmente el precio del gas natural se cobra en función del consumo y de la tarifa de distribución. Según datos recientes, el precio promedio del gas natural en México es aproximadamente 3.50 pesos por metro cúbico.
En términos de seguridad, ambos tipos de gas tienen riesgos inherentes si no se toman las precauciones adecuadas. El gas LP es más pesado que el aire, por lo que, en caso de fuga, tiende a acumularse en el suelo, aumentando el riesgo de explosiones si se enciende una chispa o fuego. Además, las instalaciones de gas LP requieren revisiones frecuentes para evitar fugas, ya que el gas está en estado líquido a presión. Las fugas de gas LP son responsables de varias tragedias en hogares y negocios, especialmente cuando los tanques son manipulados incorrectamente o no se revisan periódicamente.
En cuanto al gas natural, este es más liviano que el aire, lo que permite que se disperse más rápidamente en caso de fuga. No obstante, las fugas de gas natural también son peligrosas y las instalaciones deben estar certificadas y revisadas regularmente. El gas natural es más seguro en cuanto a su almacenamiento, ya que está en estado gaseoso y no requiere la presión de un tanque.
En cuanto al impacto ambiental, el gas natural es considerado una fuente de energía más limpia que el gas LP. El gas natural emite menos dióxido de carbono (CO₂) y otros contaminantes cuando se quema, lo que lo convierte en una opción más amigable con el medioambiente. Dado que las emisiones de gases de efecto invernadero en México, el gas natural produce aproximadamente 30 % menos emisiones de CO₂ en comparación con el gas LP. Además, la combustión del gas natural produce menos contaminantes como óxidos de nitrógeno (NOx), lo que contribuye a una mejor calidad del aire.
Por el contrario, el gas LP, al ser derivado del petróleo, conlleva un mayor impacto ambiental, no solo durante su proceso de extracción, sino también por las emisiones contaminantes durante su uso en los hogares.
Finalmente, la eficiencia energética también juega un papel importante; aunque el poder calorífico del gas LP es superior (11,800 kcal/kg frente a 9,500 kcal/m³ del gas natural), su costo y emisiones son mayores
Entonces, ¿cuál es mejor?
La elección entre gas LP y gas natural depende en gran medida de las necesidades específicas del usuario y la infraestructura disponible:
Gas natural: más económico y seguro, con menor impacto ambiental. Ideal para áreas con acceso a redes de distribución.
Gas LP: más accesible en zonas sin infraestructura de tuberías, pero con mayores costos y riesgos asociados.
Ambas opciones tienen sus aplicaciones específicas y es crucial considerar factores como disponibilidad regional y requisitos específicos antes de tomar una decisión.