El 47.º presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien asumió el cargo con la promesa de restaurar la grandeza del país, sorprendió a la opinión pública al nombrar a tres celebridades como "embajadores especiales en Hollywood": Jon Voight, Mel Gibson y Sylvester Stallone.
Esta medida, que dejó perplejos a muchos, busca, según las palabras de Trump, devolver a Hollywood su gloria perdida. “El propósito es traer de vuelta a Hollywood, que ha perdido mucho negocio en los últimos cuatro años en favor de países extranjeros", afirmó el mandatario en un mensaje publicado en Truth Social. Su objetivo es, claramente, restaurar el dominio de la industria cinematográfica estadounidense en el ámbito global.
El auge de Hollywood, ¿en verdad está en crisis?
Sin embargo, surge una pregunta crucial: ¿realmente Hollywood está en declive? La industria cinematográfica estadounidense sigue siendo un gigante, con ingresos que continúan batiendo récords.
Películas como Avengers: Endgame y Avatar han recaudado miles de millones de dólares a nivel mundial, dejando claro que la industria sigue teniendo un alcance económico impresionante. Sin embargo, los últimos años han sido testigos de una serie de cambios y desafíos que, aunque no afectan directamente las cifras de recaudación, sí están transformando la dinámica de Hollywood.
Uno de los factores clave que Trump menciona en su anuncio es la competencia extranjera, especialmente la influencia creciente de otras industrias cinematográficas, como la surcoreana, cuya película Parásitos ganó el Oscar a Mejor Película en 2020. Este tipo de logros internacionales, según algunos analistas, puede interpretarse como una señal de que Hollywood ya no tiene el control absoluto de la producción y distribución cinematográfica global.
Otro factor para destacar es en el ámbito laboral al adoptar nuevas tecnologías. El conflicto laboral que paralizó Hollywood entre 2023 y 2024 dejó secuelas visibles y profundas en la industria. Los escritores, actores y técnicos exigieron mejores condiciones laborales, especialmente frente a la amenaza de la inteligencia artificial y las nuevas formas de distribución digital. De acuerdo con Los Angeles Times, la producción de cine y televisión en Los Ángeles se redujo un 5% en el tercer trimestre de 2024, como resultado de los recortes presupuestarios y la desaceleración en las plataformas de streaming.
El declive de Hollywood no es tan sencillo de definir, ya que la industria se enfrenta a un proceso de globalización. A lo largo de las últimas décadas, las producciones estadounidenses han tenido que adaptarse a un mercado internacional cada vez más exigente. Esto ha dado lugar a una diversificación en las narrativas, con historias que se adaptan no solo a audiencias estadounidenses, sino a públicos de todo el mundo.
Además, la irrupción de las plataformas de streaming ha cambiado las reglas del juego. Si bien Hollywood sigue siendo el motor de grandes éxitos en taquilla, muchas producciones más pequeñas que antes habrían ido directamente a cines ahora encuentran un hogar en plataformas como Netflix, Prime o Disney+. Esto ha abierto nuevas avenidas para el cine independiente, pero ha supuesto una transformación en la forma en que las películas llegan a su audiencia.
El nombramiento de Jon Voight, Mel Gibson y Sylvester Stallone como embajadores especiales por parte de Trump puede parecer un intento de revitalizar la industria cinematográfica de Hollywood, apelando a figuras que son abiertamente simpatizantes del político. Según el mismo Trump, la misión de estos embajadores es "traer de vuelta a Hollywood", un Hollywood que, según él, ha perdido negocios en favor de producciones extranjeras.
En sus palabras, la industria debe volver a ser "más grande, mejor y más fuerte que nunca", pero muchos dudan de que este tipo de nombramientos puedan tener un impacto real sobre los problemas estructurales que atraviesa Hollywood.