El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, no se anda por las ramas, y tal parece que su amenaza de la deportación masiva de inmigrantes va en serio. Apenas en su primer día de gobierno, firmó una serie de órdenes ejecutivas relacionadas con este tema. Esta acción representa un duro golpe para millones de mexicanos y, en especial, para los poblanos, ya que Puebla es uno de los estados con más gente que ha emigrado al país del norte en busca del famoso sueño americano.
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De acuerdo con el Anuario de Migración del gobierno de México, actualmente hay más de 2.8 millones de poblanos migrantes que radican en Estados Unidos, de los cuales 1.2 millones viven en Los Ángeles, California, y casi un millón en Nueva York. El resto reside en estados como Arizona, Nuevo México, Texas, Chicago, Tennessee, Carolina del Norte y del Sur, Connecticut y Nueva Jersey.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores asegura que Puebla ocupa el cuarto lugar nacional con mayor porcentaje de paisanos en Estados Unidos, representando 7.7 % del total de 37.3 millones de mexicanos en ese país.
Estas cifras muestran el importante fenómeno migratorio que se ha presentado en las últimas décadas en el estado, el cual ha tenido un gran dinamismo y una constante evolución. Las causas por las que muchos poblanos migrantes partieron hacia Estados Unidos son diversas. En un principio, la falta de empleos y oportunidades laborales, especialmente en sectores como la agricultura y la manufactura, llevaron a muchos poblanos a buscar el sueño americano.
Además, la posibilidad de acceder a un salario más alto en comparación con el que se percibe en México fue otro de los factores, ya que representó un gran atractivo para muchos migrantes, quienes buscaron mejorar su situación económica y la de sus familias. A este fenómeno hay que agregarle el clima de violencia e inseguridad que se vivía en algunas regiones, especialmente en áreas rurales.
Este fenómeno fue cambiando con el paso de los años y, hasta hace poco, la dinámica era otra, ya que en la actualidad muchos migrantes tienen familiares o amigos que ya viven en Estados Unidos, lo cual facilita su integración y les proporciona apoyo emocional y económico. En este sentido, las redes sociales juegan un papel protagónico, porque es a través de ellas que se mantiene una comunicación más eficaz sobre las oportunidades laborales y las condiciones de vida en cada estado. A esto hay que sumarle que hay una mayor diversificación de los destinos migratorios dentro de la Unión Americana.
En el ámbito laboral, los migrantes poblanos han destacado en diversas ramas productivas de la sociedad norteamericana, lo que incluso es reconocido por los propios ciudadanos de este país. Se estima que 80 % está dedicado al sector servicios, como restaurantes, hoteles, tiendas y otros establecimientos.
En menor porcentaje, trabajan en la agricultura, cultivando y cosechando frutas, verduras y otros productos; en la construcción, como albañiles, carpinteros y obreros; en fábricas y plantas de manufactura, ensamblando productos y ejecutando tareas de producción. Algunos más trabajan en la jardinería y el mantenimiento, cuidando jardines, parques y propiedades; otros, en la industria alimentaria, procesando y empacando alimentos; así como en la limpieza y el mantenimiento de edificios, oficinas y otros espacios, y en la carga y descarga de mercancías.
¿Qué pasará ahora que tanta gente regrese a un lugar donde antes no tuvieron oportunidades de progreso?
Sin duda, la deportación de millones de personas a su lugar de origen representará toda una serie de retos para el gobierno federal y, en particular, para cada estado.
Algunos analistas señalan que puede tener algunos efectos positivos, pero también negativos. Por el lado bueno, el regreso de migrantes significaría traer consigo nuevas habilidades y conocimientos adquiridos en los Estados Unidos, lo que puede beneficiar a la comunidad local. Por otro lado, algunos migrantes que regresan pueden decidir invertir en negocios o proyectos en su comunidad de origen, lo que puede generar empleo y estimular el crecimiento económico local. Además, la repatriación de migrantes puede traer consigo nuevas ideas, costumbres y perspectivas que pueden enriquecer la cultura y la sociedad.
Dentro de los efectos negativos, la deportación masiva puede generar una sobrepoblación en las comunidades, lo que puede llevar a una mayor competencia laboral y presión sobre los recursos. Además, los migrantes que regresan tendrán que enfrentar desafíos para reintegrarse en su comunidad, especialmente si han estado ausentes durante mucho tiempo.
Quizás uno de los temas más preocupantes será la falta de oportunidades de empleos bien remunerados, por lo cual muchas personas optaron por buscar una mejor oportunidad de vida en la Unión Americana. A esto hay que sumar la gran demanda de servicios que se generará, como salud, educación y vivienda, que desafortunadamente en México no se pueden cubrir de manera óptima.
