El 20 de enero de 2017, Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos con un discurso que fue tanto polémico como cargado de promesas. Su retórica, centrada en temas como la inmigración, la amenaza de los cárteles mexicanos y hasta el gremio transgénero, presentó una visión confrontacional hacia México y otros países. Sin embargo, durante su toma de posesión, algunos de los problemas más serios que enfrentan los estadounidenses tales como la violencia armada, la crisis de las drogas y los desastres naturales, fueron prácticamente ignorados. Y estos fueron algunos de ellos:
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La frontera y la amenaza de los cárteles
En su primer discurso como presidente, Trump no dudó en hacer de la frontera sur su principal prioridad. Declaró una emergencia nacional para frenar lo que llamó una "invasión" de inmigrantes y drogas, restableció la controvertida política de "Quédate en México" y sugirió el uso de la fuerza militar contra los cárteles mexicanos.
Se comprometió a usar medidas severas para frenar el flujo migratorio y el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo, pero se olvidó de "la crisis de los opioides". Estas drogas están arrasando con muchas comunidades en Estados Unidos, especialmente en el norte del país. La epidemia de opioides, que afecta principalmente a áreas rurales y a comunidades pobres, no recibió la misma atención que la inmigración en relación con el fentanilo, lo que muestra una falta de enfoque en la salud pública a largo plazo.
Violencia armada
Estados Unidos ha sido testigo de una crisis de violencia armada que afecta a miles de ciudadanos cada año. Según el portal BBC, desde 2022, un total de 48,204 personas han muerto por heridas relacionadas con armas de fuego, incluyendo suicidios, homicidios y muertes accidentales.
Trump, aunque en ocasiones se pronunció sobre la necesidad de “mantener a los criminales fuera de las calles”, nunca abordó la necesidad de un control más estricto sobre la posesión de armas de fuego o las leyes que regulan la venta de armas.
Desastres naturales y cambio climático
Trump también fue criticado por su manejo de desastres naturales. En su toma de posesión, no hubo mención de las necesidades de preparación o respuesta ante huracanes, incendios forestales o el creciente impacto del cambio climático. Mientras tanto, las comunidades afectadas por los incendios de California continúan enfrentando desafíos.
Acceso a la salud
A pesar de ser una de las naciones más ricas del mundo, Estados Unidos tiene uno de los sistemas de salud más ineficientes, con altos costos tanto para los pacientes como para el sistema en general. La falta de acceso a atención médica de calidad afecta a millones de personas, especialmente a aquellos sin seguro médico.
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Economía y empleo
A pesar de sus promesas de mejorar la economía y traer empleos a Estados Unidos, Trump no hizo lo suficiente para abordar el creciente problema de las disparidades económicas y el desempleo de largo plazo en diversas regiones del país. A su vez, los recortes de impuestos favorecieron a las grandes corporaciones y a los más ricos, sin una política efectiva que ayudara a las comunidades más pobres y desfavorecidas.
Aunque Trump centró gran parte de su discurso inaugural en la "invasión" de inmigrantes y en la amenaza que, según él, representan los cárteles mexicanos, muchos de los problemas internos de Estados Unidos fueron ignorados. La violencia armada, la crisis de los opioides y la preparación ante desastres naturales fueron temas ausentes, a pesar de que afectan a millones de estadounidenses cada año. Trump, al igual que en su discurso inaugural, mostró una clara preferencia por centrarse en problemas externos y en retórica bélica, en lugar de abordar las necesidades apremiantes de su propia población.