Aranceles del 25 %: un duro golpe para Puebla y su industria automotriz

Aranceles del 25 %: un duro golpe para Puebla y su industria automotriz

Foto: FreePik

El plazo se cumplió, así como también las promesas de campaña. Este lunes, Donald Trump rindió protesta como presidente de los Estados Unidos, y al menos en el papel, la firma de diversas órdenes ejecutivas parece estar enfocada hacia México. Como si se tratara de una estrella de rock, el mandatario estadounidense estampó su rúbrica en diversos documentos que imponen una serie de acciones en beneficio, según Trump, de sus gobernados.

 

Una de estas órdenes ejecutivas es la aplicación de aranceles del 25 %, y uno de los sectores más fuertes de la industria en Puebla, como es la automotriz, podría verse severamente afectado. Como es sabido, la entidad se caracteriza por ser una zona estratégica para la instalación de armadoras de renombre internacional como Volkswagen y Audi, así como también de Zacua y, muy pronto, de Olinia. Esto ha derivado en un importante fortalecimiento de la economía, siendo un pilar fundamental para miles de poblanos.

 

Sin embargo, el panorama luce oscuro para el sector y para todos los involucrados en sus diversos procesos, con la implementación del alza de impuestos que comenzará a aplicarse a partir del primer día de febrero. Este incremento podría generar un impacto significativo en el sector. Algunos expertos han asegurado que el aumento de aranceles podría elevar los costos de producción y reducir la competitividad de la industria automotriz mexicana.

 

En el contexto en el que México es uno de los principales exportadores de vehículos y autopartes hacia Estados Unidos, surgen algunos efectos potenciales con la aplicación de este porcentaje de aranceles. De inicio, habría un impacto directo en los costos productivos, ya que aumentaría el costo de la importación de materiales y componentes. Esto elevaría los costos de producción y manufactura, así como los de transporte y logística. Esto podría afectar la competitividad de las empresas automotrices mexicanas en el mercado global, ya que tendrían que absorber o trasladar estos aumentos de costos a los precios de sus productos.

 

De igual forma, el incremento de impuestos podría traer consecuencias negativas en el empleo. Las armadoras se verían en la necesidad de recortar personal para reducir costos y mantener su competitividad. También podría disuadir a las empresas de invertir en la industria automotriz o, en el peor de los casos, motivar a las empresas a suspender sus operaciones en el país y reubicarlas en suelo estadounidense. Estas acciones significarían un impacto negativo en la economía local y en las familias de los trabajadores.

 

Otro panorama que se vislumbra ante este posible incremento es que las empresas automotrices reduzcan su producción para evitar pérdidas, lo cual llevaría a una reducción en la fuerza laboral, impactando de forma importante en la economía. Esto es especialmente relevante, considerando que esta industria es un importante contribuyente.

 

Lamentablemente, el sector automotriz es uno de los más vulnerables ante los cambios en las políticas comerciales que quiere implementar el presidente Donald Trump. Habrá que esperar la reacción de las diferentes armadoras que operan en el país y conocer el plan que habrán de implementar para mantener su producción y competitividad.

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