Desde hace 75 años se estableció el tercer domingo de enero para celebrar el Día Mundial de la Religión, con el objetivo de promover el respeto y la armonía entre las diferentes religiones del mundo. Este día busca destacar la importancia de la libertad religiosa y la tolerancia, así como fomentar el diálogo y la cooperación entre las diferentes comunidades religiosas.
En México, de acuerdo con el último censo ejecutado por el INEGI en 2020, 77.9 % profesa la fe católica, mientras que 11.2 % son fieles de las iglesias protestantes y evangélicas, 8.1 % se declaró persona sin religión y 2.5 % no tiene adscripción religiosa.
En un comparativo con cifras de 2010, la Iglesia Católica perdió el 5 % de fieles, mientras que ha habido un importante crecimiento de fieles de las iglesias protestantes y evangélicas, pasando del 7.5 % al 11.2 %.
De acuerdo con la Conapo y la Conciliación demográfica y proyecciones de población 2020-2050, el panorama religioso de México ha presentado diversos cambios en el último siglo. En 1895, en México, menos del 1 % tenía una religión distinta a la católica, mientras que hasta hace poco, 14.3 millones de mexicanos profesan alguna de las religiones protestantes y poco más de 13 millones no son afines a ninguna religión y no están adscritos.
El descenso del número de fieles católicos y el crecimiento de otras religiones se debe a diversos factores, como la secularización y modernización de la sociedad mexicana, lo que ha llevado a una disminución de la práctica religiosa y una mayor diversidad religiosa. Además, los escándalos de abuso sexual y la respuesta de la Iglesia Católica han generado una crisis de confianza en la institución, lo que ha llevado a una disminución de la afiliación católica.
En contraparte, las iglesias evangélicas y protestantes han experimentado un crecimiento significativo en México. Han sido muy activas en la evangelización y la expansión de sus congregaciones. Asimismo, los mexicanos se han vuelto más diversos y tolerantes, buscando una conexión más profunda con la espiritualidad y la religión, lo que ha llevado a un aumento en la afiliación a otras religiones y creencias.
¿Cuáles son las causas por las que hay cada vez más personas no creyentes?
Según el estudio “Sin religión”, cada vez hay más personas no creyentes, ya que nacen en familias con tendencias a la no enseñanza de la religión, al menos la institucionalizada.
Dentro de las causas sociales y culturales, la separación entre la religión y el Estado, así como la creciente influencia de la ciencia y la tecnología, el cambio de estilo de vida y la exposición a diferentes culturas y creencias, ha llevado a una disminución de la fe.
También han contribuido la falta de respuestas claras a preguntas fundamentales sobre la fe y la religión, las experiencias negativas, así como la búsqueda de la verdad y la autenticidad. De igual forma, la falta de confianza, la percepción de que es demasiado dogmática o rígida y que no es relevante para la vida moderna está llevando a una disminución de la fe.