La dopamina, un neurotransmisor esencial para el cerebro, está asociada con el placer y la motivación en múltiples procesos cerebrales. En años recientes, diversas afirmaciones en línea relacionaron esta sustancia con problemas de bienestar, aunque muchas carecen de sustento científico. Según el doctor William Ondo, neurólogo del Hospital Houston Methodist, es importante diferenciar los hechos comprobados de los mitos populares. "Los neurotransmisores, incluida la dopamina, están estrechamente regulados por múltiples mecanismos, lo que garantiza que no se produzca ni en exceso ni en defecto", explicó.
Qué es realmente la dopamina
Aunque es conocida como la "sustancia química de la recompensa", su función real es mucho más compleja de lo que se cree comúnmente. "La liberación de dopamina ayuda a generar el deseo de sentirte bien", señaló el Ondo. Este neurotransmisor tiene un papel clave no solo en la motivación, sino también en funciones como el movimiento, la visión, el sueño, la inmunidad y el estado de ánimo.
El impacto de niveles bajos de dopamina se observa claramente en enfermedades como el Parkinson, que causa temblores, rigidez y lentitud de movimientos. "La enfermedad de Parkinson es el ejemplo clásico de lo que ocurre cuando los niveles de dopamina descienden significativamente", afirmó el especialista.
A diferencia de déficits como los de hierro o vitamina D, no existe un diagnóstico médico formal para la "deficiencia de dopamina". "No es un término médico formal", enfatizó el Dr. Ondo, quien destacó que el cuerpo regula cuidadosamente esta sustancia.
Ciertas condiciones como el TDAH o el síndrome de piernas inquietas suelen asociarse incorrectamente con niveles bajos de dopamina, pese a que no se comprobó una relación directa. "El cerebro rara vez es tan simple", declaró, subrayando la complejidad de los sistemas neurológicos y cómo interactúan con los tratamientos.
Métodos respaldados por la ciencia para estimular la dopamina
Las tendencias de bienestar como las "desintoxicaciones de dopamina" o los suplementos no demostraron ser efectivas para aumentar esta sustancia en el cerebro. "El simple hecho de tomar un suplemento precursor no aumenta la cantidad real de dopamina en el cerebro", explicó el Dr. Ondo. En cambio, actividades como el ejercicio regular demostraron científicamente estimular su producción al generar expectativas de recompensa emocional y física.
Si bien las "desintoxicaciones de dopamina" no modifican los niveles de este neurotransmisor, reducir la sobreestimulación digital puede tener beneficios generales para la salud. Estas prácticas mejoran la concentración y el estado de ánimo al reducir las distracciones constantes. (NotiPress)
