Alrededor de 930 presos fueron llevados a las zonas afectadas por los devastadores incendios en Los Ángeles, siendo obligados a arriesgar sus vidas para combatir el fuego a cambio de un insignificante salario, según informó el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR).
De acuerdo con el Departamento de Bomberos del condado de Los Ángeles (CalFire), los prisioneros permanecerán hospedados en campamentos base temporales, que son instalaciones de mínima seguridad, donde recibirán comida, ropa y servicio de baños portátiles.
“En estos campamentos de bomberos hay reclusos y bomberos, tanto conviviendo juntos como solo reclusos”, aseguró Sam Lewis, director ejecutivo de la coalición Anti-Reincidencia.
Se dio a conocer que los reos serán divididos entre las áreas afectadas y deberán evitar que las zonas donde la llamas ya se apagaron vuelvan a convertirse en un peligro. Además, el director aseguró que, al igual que el personal que trabaja en el área, los reos cubren turnos de 24 a 48 horas.
“Están trabajando en condiciones realmente duras, especialmente en incendios forestales, donde están tratando de asegurarse de detener el crecimiento del fuego”, comentó Lewis.
Los presos representan una tercera parte del total del personal movilizado en los incendios de California y reciben una paga que va entre los 5.80 y los 10.24 dólares al día, según Forbes. Sin embargo, esto suscitó críticas, ya que en el estado de California el salario mínimo es de 16 dólares la hora, incluso Los Angeles Times señaló que el salario diario puede llegar a ser de 27 dólares por un turno de 24 horas.
“No se les paga casi nada, arriesgan sus vidas, algunos han muerto, para demostrarle a la comunidad que han cambiado y ahora son los primeros en responder”, señaló la celebridad Kim Kardashian en su cuenta de Instagram, añadiendo que deberían ser llamados héroes.
Sin embargo, ante las críticas que señalaban estas condiciones como semi esclavitud, Jeff Macomber, secretario del Departamento de California para penales y rehabilitación aseguró que “una parte del esfuerzo, y su compromiso por salvar vidas y propiedades durante estas emergencias no debe minusvalorarse”.