Venezuela está atravesando una intensa crisis política, desencadenada por las elecciones presidenciales de 2024. Esta se agravó después de que se anunciaran los resultados oficiales sin la debida sustentación y auditorías. La oposición denunció un supuesto fraude electoral y exigió una verificación independiente de las actas electorales. Sin embargo, a pesar de todo ello y de que varios países no reconocieron su triunfo, este viernes Nicolás Maduro rindió protesta como presidente de Venezuela, iniciando así su tercer mandato de seis años, en medio de protestas y violencia en el país, así como de actos encabezados por Corina Machado y Edmundo González.
Los anteriores sexenios de Maduro estuvieron marcados por una serie de controversias desde que asumió la presidencia en 2013, después de la muerte de Hugo Chávez. El mandatario venezolano ha enfrentado críticas mundiales por su manejo de la economía, la política y los derechos humanos.
Durante su primer mandato, Nicolás Maduro se enfocó en consolidar su poder y mantener el legado de Chávez. En el ámbito económico, enfrentó la caída de los precios del petróleo, que afectó significativamente la economía venezolana. Además, la corrupción y la mala gestión agravaron la crisis económica, lo que llevó a una escasez de alimentos y medicinas, así como a una inflación descontrolada.
Ratificó a 17 de los 33 ministros que había nombrado Chávez antes de morir. Un promedio del 30 % de los ministerios estuvo dirigido por militares activos o en reserva.
En el ámbito político, Maduro enfrentó una oposición cada vez más fuerte, que cuestionó su legitimidad y su gestión. La crisis política se agravó en 2017, cuando Maduro anunció la creación de una Asamblea Nacional Constituyente, lo que llevó a una serie de protestas y enfrentamientos con la oposición. Para el segundo sexenio al frente del gobierno venezolano, Maduro enfrentó una oposición cada vez más fuerte, liderada por figuras como Juan Guaidó y María Corina Machado. Esta oposición se intensificó debido a la crisis económica y política que se agravó en el país.
La crisis económica se caracterizó por una inflación descontrolada, escasez de alimentos y medicinas, y una creciente represión contra la oposición y los medios de comunicación. Además, el gobierno venezolano enfrentó sanciones internacionales y una creciente presión de la comunidad internacional para que se llevaran a cabo elecciones libres y justas.
Sin embargo, Maduro mantuvo su poder gracias al apoyo del Partido Socialista Unido de Venezuela y de las Fuerzas Armadas, siendo acusado de autoritarismo y de violar los derechos humanos.
En estos dos mandatos, la gestión de Nicolás Maduro ha estado marcada por la crisis económica, la represión y la inestabilidad política. Pocos son los aspectos que podrían considerarse positivos, como sus discursos a favor del desarrollo de Venezuela, que, según los expertos, son letra muerta. Pero el desplome económico, la pobreza generalizada, el impacto en la salud y los derechos humanos son una realidad.
