Un terremoto de magnitud 6,8, que sacudió una zona remota del Tíbet, en China, cerca de la frontera con Nepal, dejó más de 60.000 personas damnificadas, informó la cadena china CCTV.
"Para las 6:00 [GMT+8] del 9 de enero, había 126 víctimas mortales y 61.500 damnificados", precisó el medio.
El Departamento de Organización del Comité Central del Partido Comunista de China asignará más de 6,9 millones de dólares para reconstruir los territorios de la Región autónoma del Tíbet dañados por un terremoto, señala el comunicado del partido gobernante chino.
Indica que el dinero asignado se utilizará para aliviar las consecuencias del desastre natural y otras actividades. El texto destaca también que los miembros del Partido Comunista del país deben estar en "la primera línea" de la gestión del terremoto y la ayuda a los afectados.
El presidente de China, Xi Jinping, pidió no escatimar los esfuerzos en las operaciones de rescate para salvar vidas, brindar atención médica a los heridos y realojar a los damnificados.
La agencia Xinhua reportó con anterioridad al menos 126 muertos y 188 heridos por el sismo, que provocó el derrumbe de más de 3.600 viviendas y obligó a reubicar a más de 30.000 personas.
El epicentro del sismo, que ocurrió en la mañana del 7 de enero a una profundidad de 10 kilómetros, se localizó en el poblado de Tsogo del distrito de Dingri, China. La población del distrito, repartida en una treintena de aldeas, supera las 60.000 personas.