Con el final de las fiestas navideñas llega el momento de regresar a la rutina de largas jornadas laborales, horarios estrictos y muchas horas en el transporte, cambio que no solo afecta a las personas, sino también a sus compañeros de cuatro patas. Para muchos perros, el regreso a la normalidad supone un problema conocido como el "síndrome posnavideño".
Durante las vacaciones, las rutinas familiares cambian drásticamente, los días se llenan de visitas, reuniones, actividades especiales y elementos navideños que transforman el entorno habitual de los perros. Según explica Anika Rytel, educadora canina y fundadora de Perros y Punto, esta alteración en las rutinas afecta profundamente a los perros, que son animales de hábitos.
"Los perros se enamoran de sus rutinas; les aportan estabilidad y tranquilidad", detalla Rytel. Sin embargo, durante las fiestas, las rutinas se rompen y ellos comienzan a adaptarse a este nuevo ritmo de vida. El problema surge cuando, de un día para otro, las vacaciones terminan y la casa vuelve a quedar vacía durante largas horas. Este cambio brusco puede causar en ellos nerviosismo, desorientación e incluso comportamientos problemáticos.
Entre los síntomas más comunes de este síndrome posnavideño se encuentran el nerviosismo, la destrucción de objetos, aullidos o lloriqueos por soledad, micciones descontroladas y, en algunos casos, apatía. "Durante las primeras semanas, es habitual que los perros intenten mantener el nivel de interacción que tenían durante las vacaciones, lo que puede llevarlos a reclamar más atención", explica la experta.
Para evitar que estos problemas se agraven, Rytel recomendó preparar gradualmente a los perros para el regreso a la rutina. Esto incluye ajustar los horarios de paseos y comidas antes de volver al trabajo, salir de casa por periodos breves para que el perro se acostumbre a estar solo y fomentar actividades que los mantengan mental y físicamente estimulados.
“Un buen ejercicio es darle juguetes interactivos o premios escondidos en toallas para que se entretengan mientras están solos. Es importante desgastar su energía de forma adecuada y mantenerlos mentalmente ocupados”, aconsejó la experta.
Los perros con dependencia emocional o problemas de ansiedad pueden ser los más vulnerables a experimentar el síndrome posnavideño al quedarse solos, por lo que Rytel sugiere mantener una rutina lo más estable posible durante las fiestas y reajustarla para evitar picos de ansiedad.
Finalmente, la experta aseguró que la clave está en comprender que, aunque los humanos pueden anticipar y procesar los cambios, las mascotas viven únicamente en el presente y se adaptan al entorno. Una transición gradual no solo ayudaría a las mascotas a sentirse más cómodos, sino que les brinda una integración armoniosa.