El caso de Yolanda Saldívar, condenada por el asesinato de Selena Quintanilla-Pérez en 1995, vuelve a ser centro de atención tras solicitar su libertad condicional. Esta noticia reabrió viejas heridas entre los millones de fanáticos de Selena y generó debate sobre justicia, redención y el impacto emocional del crimen que marcó una generación.
Selena, con apenas 23 años, ya era un ícono cultural y una pionera en la música tejana cuando su vida fue trágicamente interrumpida en un motel de Corpus Christi, Texas. El crimen fue cometido por quien había sido la presidenta de su club de fans y se originó de una disputa personal que involucraba los manejos financieros fraudulentos por parte de Saldívar.
No me queda más. Yolanda Saldívar, la asesina de la cantante Selena, pidió su libertad condicional después de estar 30 años presa y podría salir de la cárcel este 2025. pic.twitter.com/MlZ9pjcqqZ
— La Historia USA (@LaHistoriaUSA) January 2, 2025
Tras casi tres décadas en prisión, Saldívar busca beneficiarse de las leyes de Texas que permiten a los condenados a cadena perpetua solicitar libertad condicional después de cumplir 30 años. Sin embargo, su petición, prevista para revisión en marzo de 2025, generó rechazo generalizado, especialmente entre los fanáticos de Selena y la comunidad latina, quienes consideran que el crimen sigue siendo imperdonable.
Desde su encarcelamiento, Saldívar enfrentó un entorno hostil dentro de la prisión, donde recibió constantes amenazas contra su vida. Según informes del medio Tejano Nation, incluso se ofreció una “recompensa” por atacarla, lo que obligó a las autoridades penitenciarias a implementar estrictas medidas de seguridad, como traslados frecuentes y monitoreo constante.
La solicitud de libertad condicional desató reacciones en redes sociales, donde fanáticos y miembros de la comunidad tejana hicieron público su rechazo y abogan por mantener a Saldívar tras las rejas. Muchos consideran que liberar a la responsable del asesinato de Selena sería una traición a la memoria de la artista y al dolor de quienes aún lloran su pérdida.
Para muchos, el asesinato de Selena no solo fue un acto criminal, sino una traición a una comunidad entera. Ahora, la Junta de Perdones y Libertad Condicional de Texas tiene en sus manos una decisión que podría marcar un nuevo capítulo en una historia que sigue viva en la memoria colectiva.