La medicina reproductiva sentó un nuevo precedente tras el nacimiento del primer bebé concebido utilizando células de soporte ovárico (OSC), en un procedimiento pionero desarrollado por la biotecnológica Gameto. El histórico nacimiento tuvo lugar en la Clínica Santa Isabel de Lima, Perú, marcando un hito en los tratamientos de fertilidad.
Esta técnica fue denominada Fertilo, y utiliza células madre pluripotentes inducidas (iPSC) para generar un entorno ovárico artificial que permite la maduración de óvulos en laboratorio. Este enfoque revolucionario reduce 80 % las inyecciones hormonales requeridas y acorta los ciclos de estimulación a solo tres días, disminuyendo los riesgos asociados a los métodos tradicionales de fertilización in vitro (FIV).
Los tratamientos actuales de FIV suelen ser invasivos y están vinculados a efectos secundarios como estrés, problemas renales y alteraciones en la coagulación. Con Fertilo, no solo se eliminan muchas de estas complicaciones, sino que también se ofrece una opción más económica y accesible, con resultados comparables en efectividad a los métodos convencionales.
La tecnología ya está aprobada en países como Australia, Japón, Argentina y México, y está en fase de pruebas en Estados Unidos.
Finalmente, los expertos aseguran que este avance podría transformar el panorama de los tratamientos de fertilidad, haciéndolos más seguros y accesibles para millones de familias en todo el mundo.