Los obstáculos al envejecer: este es el panorama laboral de los adultos mayores

Los obstáculos al envejecer: este es el panorama laboral de los adultos mayores

Foto: Enfoque

En un país donde los adultos mayores representan 14% de la población total, según cifras del INEGI del 2022, el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (INAPAM) acaba de lanzar un programa de empleo destinado a este grupo denominado Vinculación Productiva. Este esfuerzo, pensado para mujeres y hombres de 60 años o más, promociona empleos remunerados y actividades voluntarias que les permitan integrarse o reintegrarse al mercado laboral.

 

El programa ofrece ingresos que van desde los 5,000 hasta los 12,000 pesos mensuales y se lleva a cabo en colaboración con diversas empresas que valoran la experiencia de este sector. Además, garantiza sueldos base, prestaciones de ley y opciones flexibles, como contrataciones por hora, jornada o proyectos. Pero, actualmente ¿en qué sectores están trabajando actualmente los adultos mayores en México? ¿Enfrentan la discriminación laboral y qué tan bien remunerados están sus empleos?

 

 

Panorama laboral de los adultos mayores en México

 

Según el INEGI, se estima que 33 de cada 100 personas de 60 años y más son Población Económicamente Activa (PEA), especialmente en sectores como:

 

  • Comercio informal: venta de alimentos, ropa o servicios en mercados, tianguis y la vía pública.
  • Servicios: trabajo como vigilantes, porteros, empleados domésticos y cuidadores.
  • Agricultura y construcción: labores físicas en el campo o como ayudantes en obra.

 

Entre las personas mayores que están ocupadas laboralmente, 49% se dedica al trabajo por cuenta propia. Este grupo es seguido por quienes son trabajadores subordinados y remunerados, que representan 38%. Por otro lado, solo 10% logra llegar a una edad avanzada como empleadores, mientras que 3% lleva a cabo actividades laborales sin recibir un pago.

 

Al analizar por género, se observa que 50% de las mujeres mayores de 60 años trabaja de manera independiente, un porcentaje ligeramente superior al de los hombres, que alcanza 48%.

 

Las personas mayores enfrentan una marcada segregación una vez que superan la edad normativa de retiro, generalmente los 65 años. Conseguir empleo a edades avanzadas resulta una tarea casi imposible y, cuando lo logran, suelen enfrentarse a condiciones laborales precarias. Esta situación se agrava si pertenecen a grupos históricamente marginados o discriminados, cuyas características identitarias y sociodemográficas multiplican las barreras de acceso.

 

Los estereotipos negativos hacia la vejez predominan en la sociedad y están relacionados con aspectos como el deterioro físico, la capacidad cognitiva, el nivel socioeconómico o incluso la personalidad. Estos prejuicios construyen una imagen de las personas mayores como dependientes o con algún tipo de discapacidad funcional o mental.

 

¿Bien remunerados? La realidad salarial

 

Los trabajos disponibles para las personas de la tercera edad suelen ubicarse en sectores mal pagados, con ingresos que oscilan entre uno y dos salarios mínimos. Además, la mayoría de ellos no cuenta con acceso a prestaciones como seguridad social, aguinaldo o vacaciones pagadas. Este panorama hace que muchos adultos mayores continúen trabajando más allá de los 70 años para poder sostenerse económicamente.

 

Por último, el reto no solo consiste en generar empleo para los adultos mayores, sino en cambiar las actitudes hacia ellos en el ámbito laboral y garantizarles condiciones dignas. Mientras tanto, miles de personas de la tercera edad seguirán esforzándose día a día por ganarse la vida en un país que aún debe trabajar mucho por su inclusión laboral.

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