¡Dale, dale, dale! Esto te cuesta armar una piñata para las posadas

¡Dale, dale, dale! Esto te cuesta armar una piñata para las posadas

Foto: Enfoque

Romper una piñata es uno de los momentos más esperados en cualquier fiesta mexicana y en la época decembrina, siendo uno de los elementos más emblemáticos de toda posada, que justamente inician este 16 de diciembre. Pero, detrás de la emoción de verla caer y liberar dulces y juguetes, hay una pregunta inevitable, ¿cuánto cuesta armar una piñata?

 

Para resolver la incógnita, recorrimos el Mercado Ignacio Zaragoza, al norte de la ciudad de Puebla, donde las piñatas se encuentran en lugares curiosos: no solo en puestos de abarrotes o dulces, sino principalmente entre las frutas y verduras. A esto se sumó la búsqueda de precios del relleno, compuesto por dulces y mini juguetes, elementos indispensables hoy en día para completar esta tradición.

 

El precio de la piñata

 

En el mercado, las piñatas de tamaño mediano, adornadas con vivos colores y papel china, se venden entre 60 y 90 pesos. Sin embargo, las que incluyen los siete picos tradicionales y mayor decoración tienden a elevar su precio, por el tiempo y detalle que implican.

 

Al comparar con las que consideramos enormes, encontramos que pueden llegar a costar entre 200 y 350 pesos, dependiendo del diseño y la decoración.

 

El relleno: dulces de todas las opciones

 

Ahora bien, el verdadero desafío no está en encontrar la piñata, sino en rellenarla. Aquí las opciones parecen infinitas, pues cada familia decide qué tan generosa será la lluvia de dulces y juguetes. En el mismo mercado, los comerciantes explicaron que los precios son tan variables como los gustos de los clientes. La mayoría prefiere comprar dulces a granel, una opción más accesible, mientras que otros optan por paquetes de una golosina en específico.

 

Para ofrecer una idea más clara del presupuesto, desglosamos algunos precios de los dulces más comunes y los que pudimos ver en ese momento. Las paletas de caramelo, como las clásicas de la marca Vero o Sonrics, cuestan entre 1 y 2 pesos por pieza, y en una bolsa de 20 unidades, 40 pesos; mientras que una Paleta Payaso puede llegar a los 10 o 12 pesos cada una, y un paquete de 10 cuesta 60 pesos. Los chocolates pequeños, como los bombones cubiertos (tipo Ricolino) o los chocolates Carlos V mini, oscilan entre 80 y 120 pesos el paquete de 500 gramos.

 

Otras opciones que son considerados clásicos y que no pueden faltar fueron:

 

Mix de dulces macizo surtido 35 pesos la bolsa con 500 gramos.

Bombones clásicos en bolsitas: 40 a 60 pesos por bolsa de 500 gramos.

Gomitas surtidas: 50 a 80 pesos la bolsa de 1 kilogramo.

Mazapanes mini (De la Rosa): 25 a 30 pesos la bolsa de 20 piezas.

Totis mini: 15 a 25 pesos por bolsa con 10 piezas.

Churritos o Churrumais pequeños: 20 a 30 pesos la bolsa con 8 a 10 piezas.

 

A los dulces se suman los juguetes pequeños, que encontramos muy pocas opciones en esta visita. Los trompos y yoyos de plástico cuestan entre 5 y 10 pesos cada uno, mientras que las figuritas de plástico y soldaditos pueden encontrarse en paquetes de 10 piezas de 30 a 50 pesos; un precio similar con unas pequeñas pelotas de plástico, las pulseras o anillos de juguete, cuyos paquetes surtidos oscilan entre los 40 pesos.

 

Entonces ¿cuál es el costo?

 

Si sumamos todos estos elementos, podemos obtener un costo aproximado para completar una piñata mediana. El precio de la piñata básica es de 60 a 90 pesos, mientras que el relleno de dulces y juguetes varía entre 150 y 500 pesos, dependiendo de la cantidad y la calidad de los productos. Así, el gasto total puede ir desde 260 hasta 600 pesos, e incluso superar esa cifra si se optan por productos premium o de marcas reconocidas.

 

En conclusión, a pesar de los costos que implica armar una piñata completa hoy en día, lo cierto es que el precio pasa a segundo plano cuando se trata de mantener viva una de las tradiciones más alegres y significativas de las fiestas de diciembre.

 

Porque al final del día, no importa cuánto cueste una piñata, lo importante es lo que nos deja: recuerdos inolvidables, momentos compartidos y la satisfacción de preservar una tradición que seguirá iluminando nuestras fiestas por generaciones.

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