En un grave incidente que pone en jaque la bioseguridad de Australia y el mundo, el ministro de Sanidad de Queensland, Tim Nicholls, reveló que 323 muestras de virus peligrosos desaparecieron en 2021 del Public Health Virology Laboratory. Entre los virus extraviados están el Hendra el lyssavirus y el hantavirus, todos con altos índices de mortalidad y potencial impacto en la salud humana.
Según los reportes, el fallo se originó cuando se transfirieron unas muestras a un congelador alternativo debido una avería técnica, sin que se registrara correctamente el traslado. Aunque las autoridades descartaron que el robo haya sido con fines maliciosos o de bioterrorismo, la falta de documentación y control dejaron en evidencia las vulnerabilidades en los protocolos de seguridad.
Por su parte, John Gerrard, director de Salud de Queensland, señaló que no existen indicios de que la población esté en riesgo, ya que los virus pierden rápidamente su capacidad de infección fuera de entornos controlados. Además, se tiene la sospecha de que las muestras pudieron haber sido destruidas mediante autoclave, pero lamentablemente no hay registros que puedan confirmar esta hipótesis.
“No hay pruebas de que estos virus hayan sido retirados del laboratorio con el objetivo de ser utilizados en un acto de terrorismo biológico”, señaló Gerrard.
Sin embargo, el gobierno ya inició una investigación a cargo del juez Martin Daubney y el doctor Julian Druce, experto en bioseguridad, con el objetivo de esclarecer lo sucedido y reforzar los protocolos. Mientras tanto, se implementaron auditorías y se brindó capacitación al personal para evitar que se repita el incidente.
Aunque no se reportaron casos humanos de los virus desaparecidos, este suceso subraya la necesidad de establecer un mayor rigor en el manejo de materiales peligros.