En un mundo donde la velocidad y la masividad parecen dominar las decisiones de compra, los adornos navideños artesanales enfrentan un desafío cada vez mayor: encontrar un espacio en los hogares modernos. Estas piezas únicas, elaboradas con paciencia, creatividad y dedicación, compiten con los productos industrializados que, aunque prácticos y económicos, carecen del alma que solo un artículo hecho a mano puede ofrecer.
Aunque pudiera parecer que los adornos artesanales están siendo relegados al olvido, aún hay quienes valoran el trabajo detrás de estas piezas. Personas que buscan en su decoración navideña algo más que lo funcional optan por adornos que cuentan historias y que son resultado de una tradición que pasa de generación en generación.
Estos consumidores, muchas veces, son atraídos no solo por el diseño o la calidad, sino por el simbolismo detrás de cada pieza. Comprar un adorno artesanal es apoyar a quienes han dedicado años al perfeccionamiento de su técnica; es reconocer el valor de lo hecho a mano y contribuir al sustento de comunidades enteras que dependen de esta actividad.
Para este apartado visitamos el mercado navideño instalado frente al Centro Escolar Niños Héroes de Chapultepec (CENHCH), que es un punto de encuentro para quienes buscan adornos únicos y tradicionales para esta temporada.
Desde ahí, encontramos a Elizabeth Velasco Flores, una de las artesanas que exponen en este mercado y que es un claro ejemplo de la dedicación que implica mantener esta tradición. Ella ofrece una gran variedad de artículos para la elaboración de nacimientos, la decoración de árboles de Navidad y la ornamentación de puertas. “Vendemos colgantes para el árbol, listones, moños ya elaborados, coronas para las puertas y también piezas para nacimientos”, comentó. De estos, destacó que la elaboración de algunos artículos comenzó con meses de antelación, incluso desde medio año atrás.
Para Elizabeth, la respuesta de los consumidores ha sido positiva, aunque reconoce que la mayoría de sus clientes son personas que ya conocen y aprecian su trabajo. “Son nuestros clientes y ya nos recomiendan porque sí tenemos buenos precios”, señaló.
Los precios, asegura, son accesibles, con opciones que van desde pequeñas miniaturas de 5 pesos hasta paquetes más elaborados, la mayoría de ellos en paquetes de tres piezas por diez pesos. Elizabeth intenta que sus productos estén al alcance de todos; sin embargo, no es solo cuestión de precios; para ella, lo artesanal tiene un valor que va más allá de lo económico.
Con optimismo, Elizabeth espera que las siguientes semanas traigan una gran afluencia de compradores, sobre todo cuando cada vez se acercan más las festividades. “Estamos aquí desde las nueve de la mañana, con muchas opciones para todos los gustos”, dijo.
¿Por qué los adornos artesanales son únicos?
A diferencia de los productos masivos, los adornos navideños artesanales no son solo objetos de decoración, sino pequeñas obras de arte. Cada moño, colgante o pieza para el nacimiento lleva impregnada la esencia de quien lo creó, desde la elección de los materiales hasta el último detalle en su diseño.
Además, los adornos artesanales suelen estar hechos con materiales sostenibles o reciclados, lo que los convierte en una opción más amigable con el medio ambiente. En un momento donde la sostenibilidad es crucial, este aspecto puede ser un gran atractivo para los consumidores conscientes.
Apoyar a los artesanos comprando sus productos no solo es un acto de consumo consciente, sino una forma de preservar tradiciones que podrían desaparecer. Decorar un árbol de Navidad o un nacimiento con piezas hechas a mano no solo embellece nuestros hogares, sino que también lleva consigo un mensaje: valorar el esfuerzo humano, la creatividad y la autenticidad.