Las inolvidables gárgolas de la película “El jorobado de Notre Dame”, Víctor, Hugo y Laverne, marcaron a toda una generación y fueron inspiradas en las criaturas de piedra que adornan la emblemática catedral; además, sus nombres rinden homenaje al escritor Victor Hugo, autor de “Nuestra Señora de París”, y a su esposa. Ahora, tras cinco años de haber permanecido cerrada por un incendio que destruyó la mayor parte de la edificación, la catedral de Notre Dame, volverá a abrir sus puertas para recibir miles de visitantes nuevamente.
Mis dos teorías favoritas sobre mis dos películas favoritas de Disney. De hecho son tan buenas que para mí son canon.
— LoloFrieza (@Lolofrieza) May 13, 2023
La primera, un clásico: las gárgolas del Jorobado de Notre Dame no están vivas realmente, Quasimodo se lo imagina para tener a alguien con quien hablar. pic.twitter.com/OEvka9tP7V
Sin embargo, más allá de su intimidante apariencia, las gárgolas en realidad sirven para desviar el agua de lluvia lejos de las paredes y así proteger las estructuras de cualquier daño posible. Su nombre, por otra parte, viene del francés “gargouille”, que hace referencia al sonido que hace el agua al pasar por un tubo, pero también tomó inspiración de una leyenda medieval que cuenta que un dragón fue derrotado por San Román de Touen en el siglo VII.
Durante la Europa medieval, los clérigos, aprovechando que la mayoría de la población no sabía leer, usaban las gárgolas para ilustrar los horrores que esperaban en el infierno, alentando a la población a buscar refugio en la iglesia.
Gárgola de la Catedral de Notre Dame, París. pic.twitter.com/66tQXT3GQs
— Iglesia de Satán (@IglesiadeSatan) July 29, 2018
A pesar de que la construcción original de Notre Dame finalizó en 1345, las gárgolas fueron añadidas entre 1843 y 1864 como parte de un proyecto de restauración dirigido por Eugène Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste Lassus. No obstante, no estaban pensadas para resistir a lo largo de los siglos, siendo construidas con piedra caliza, la cual presenta un notable deterioro actualmente.
Mientras la catedral de Notre Dame se prepara para reabrir sus puertas, sus gárgolas, símbolo de protección y misticismo, esperan volver a recibir las miradas de asombro de quienes visiten esta joya de la arquitectura gótica.