La posición del México en el T-MEC pende de unos cuantos hilos muy delgados, los cuales podrían romperse en cualquier momento, dejándolo fuera de este tratado comercial trilateral y supondría un impacto económico muy significativo.
De acuerdo con un artículo del "Financial Times", tanto el presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, como el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, contemplan la posibilidad de eliminar a México del T-MEC. Explica, entre otras razones, que el desmantelamiento de órganos independientes reguladores, la aprobada reforma al Poder Judicial, la disminución de presupuesto al combate a seguridad y la política de “abrazos no balazos” que ha contribuido al control de México por los cárteles de droga, son desalentadoras y contravienen al T-MEC.
Además, funcionarios canadienses apoyan la iniciativa de dejar fuera a México del tratado, ante la falta de endurecimiento de las restricciones a los productos chinos por parte del gobierno mexicano, acusando que China está utilizando el territorio mexicano para introducir productos como si fueran de origen mexicano.
Esta exclusión por supuesto que acarrearía fuertes repercusiones a nivel global para México: en principio. afectaría negativamente el comercio bilateral entre México y sus socios comerciales, especialmente Estados Unidos, principal destino de las exportaciones mexicanas, lo cual se traduciría en una disminución de las exportaciones, una pérdida de competitividad y una posible recesión económica.
Además, generaría una disminución de la inversión extranjera directa en México, porque los inversores considerarían que el país ha dejado de ser un destino atractivo para sus inversiones, sin el marco de cooperación y estabilidad que proporciona el tratado.
Uno de los sectores más afectados sería el mercado laboral, ya que este panorama provocaría incertidumbre en sectores clave como el automotor, agroindustria y manufactura, que dependen en gran medida de las ventajas del libre comercio para mantener competitivos los precios y la oferta de productos en los tres países.
Las empresas extranjeras que han establecido fábricas en México para aprovechar los beneficios del tratado podrían replantearse su presencia en el país, lo que ocasionaría una disminución de la inversión extranjera directa y pérdida de empleos.
Asimismo, México al quedar fuera del T-MEC sufriría una disminución de la actividad económica y una posible depreciación del peso mexicano. Tendría que enfrentar mayores costos para exportar a Estados Unidos y Canadá y ver reducidas sus oportunidades de negocio con otros países que también tienen acuerdos con sus vecinos del norte.
El intercambio comercial que hay entre México, Estados Unidos y Canadá está profundamente interconectado. El 83.48 % de las exportaciones mexicanas van a Canadá o Estados Unidos, de acuerdo con informes de la Secretaría de Economía. Mientras que más del 45. 99 % de las importaciones de México provienen de ambos países.
Por ello, si Estados Unidos y Canadá dejaran fuera a México del T-MEC es probable que se produzcan cambios significativos en el comercio y algunos de los productos que hoy son comunes reducirán su disponibilidad en el mercado mexicano, como por ejemplo:
- Maquinaria y equipo, toda vez que Estados Unidos es un importante proveedor de maquinaria y equipo para la industria manufacturera mexicana.
- Tecnología y electrónicos, México es un importante mercado para este tipo de productos y la Unión Americana es uno de los líderes a nivel mundial en la producción de tecnología y electrónicos.
- Medicamentos y productos farmacéuticos, una gran cantidad de medicamentos y productos farmacéuticos provienen de los Estados Unidos, por lo que sería un duro golpe al mercado mexicano, ya que muchas marcas reconocidas dejarán de tener presencia.
- Alimentos procesados, como en casi todo el mundo, los Estados Unidos tienen una fuerte presencia, ya que es uno de los más importantes proveedores de alimentos procesados, como cereales, snacks, dulces, bebidas. Esto impactaría fuertemente en México.
- Vehículos y autopartes, México recibe de los Estados Unidos un alto porcentaje de autopartes, además es un potencial importador de vehículos, lo que afectaría fuertemente no solo a los mexicanos, sino también a los estadounidenses.
- Materiales de construcción, este sector se vería considerablemente afectado, ya que México consume materiales de construcción como madera, acero y cemento.
- Productos químicos, Estados Unidos es uno de los mayores proveedores de este sector y el campo mexicano sufriría las consecuencias, ya que dejarían de venderse fertilizantes, pesticidas y productos de limpieza.