El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, que invita a reflexionar sobre los avances y desafíos en la erradicación de esta problemática. Aunque las cifras y los titulares siguen mostrando un panorama preocupante, la percepción de las mujeres en torno a este tema es diversa y está profundamente marcada por la desinformación.
En ese sentido, cuatro mujeres de diferente edad compartieron sus experiencias, reflexiones y percepción sobre el impacto de las políticas públicas y la capacidad de identificar los signos de maltrato.
Para Gloria, una mujer que no ha presenciado ni vivido casos de violencia, hablar sobre avances en políticas públicas fue difícil, pues dijo desconocer del tema más allá de los casos expuestos en las noticias.
Por otro lado, Mariana, una joven de 20 años, percibe que ha habido un ligero avance en la búsqueda de justicia para las mujeres víctimas de violencia. Sin embargo, reconoció que le falta información para comprender las múltiples formas de violencia, lo que evidencia un área clave para trabajar en materia de educación y sensibilización.
#25Nov
— Dominga habla sola (@DomingaHabla) November 25, 2024
Hoy es el día internacional de la eliminación de la violencia contra las mujeres. Y ojalá algún día dejemos de nombrarlo. pic.twitter.com/0keDTkQbIP
En contraste, Bernardina, una comerciante de 63 años que vivió violencia en su matrimonio, observa con escepticismo el panorama actual. “La violencia es cuando uno pasa malas vidas con el esposo”, explicó. Al ser cuestionada, recordó cómo su pareja la expulsó de su hogar con siete hijos. A pesar de las adversidades, Bernardina salió adelante vendiendo frutas y semillas. “Él no quería que trabajara porque decía que el dinero venía de otro hombre”, relató, subrayando cómo el control económico y las falsas acusaciones son formas de violencia menos visibles, pero igualmente devastadoras.
Por su parte, Sofía, una mujer que ha sido testigo de la violencia en su entorno, considera que esta no ha disminuido. Ella relacionó principalmente la violencia con los golpes y la expulsión de las mujeres de sus hogares, una realidad que, dijo, ha observado de cerca.
El desconocimiento sobre las diferentes formas de violencia hacia las mujeres fue un punto recurrente en las entrevistas. Muchas identificaron la violencia principalmente en los actos visibles, como los golpes o el desalojo del hogar, dejando fuera otros tipos de abuso como el sicológico, laboral o sexual, lo que apunta a la necesidad de campañas más efectivas para educar sobre los signos de maltrato.
Las voces de Gloria, Mariana, Bernardina y Sofía nos muestran un panorama complejo: aunque algunas mujeres perciben avances en la lucha contra la violencia de género, otras siguen enfrentándose a los estragos de esta problemática. La diversidad de sus experiencias evidencia que las políticas públicas deben adaptarse a las diferentes realidades que viven las mujeres en México.
La realidad de la violencia
Las cifras son ineludibles, ya que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada 10 minutos una mujer es asesinada a manos de su pareja o un familiar. Además, 66 de cada 100 mujeres mexicanas mayores de 15 años han sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer es un recordatorio global de la necesidad de actuar para erradicar este problema. Sin embargo, los esfuerzos deben ir más allá de un solo día. Enfrentar esta problemática requiere un compromiso colectivo y sostenido, donde se rompan las barreras de la impunidad y se construyan espacios seguros para todas las mujeres y niñas.