En los últimos años, las redes sociales se han convertido en una herramienta fundamental para esclarecer casos mediáticos en Puebla, especialmente aquellos relacionados con actividades ilícitas de diversos tipos. Gracias a la difusión de información y a la participación de la ciudadanía, se han podido resolver casos que generaban gran polémica y confusión.
Resulta llamativo cómo algunas personas, sin conocimientos profesionales en protocolos de seguridad o investigación, logran llevar a cabo labores digitales tan efectivas que, en cuestión de horas, facilitan el trabajo de la policía, acelerando las acciones de las autoridades.
Casos destacados en Puebla
Uno de los casos más emblemáticos es el de la desaparición de la joven universitaria Citlali Hernández en 2019. A pesar de que las autoridades habían iniciado una investigación, fue gracias a la difusión en redes sociales que se logró localizar a la joven y aclarar las circunstancias de su desaparición.
Otro caso relevante es el de Juan Carlos Reyes, fallecido en 2018. Inicialmente, su familia denunció que su muerte había sido causada por negligencia médica. Sin embargo, la información compartida en redes sociales permitió aclarar que el fallecimiento se debió a una enfermedad preexistente, descartando negligencia médica.
En 2020, las redes sociales también jugaron un papel crucial en el caso de un grupo de personas acusadas de robo en una tienda departamental. La policía había detenido a los sospechosos, pero la viralización de información en internet permitió demostrar que en realidad eran empleados del establecimiento, falsamente acusados por el dueño de la tienda.
En agosto de este año, se registró un asalto a pasajeros de la ruta 8 en la colonia Santa Lucía, al sur de Puebla capital. Un video de la cámara de seguridad de la unidad fue difundido en redes sociales, y usuarios de Facebook identificaron a uno de los responsables en cuestión de horas. Viralizaron su imagen, incluso en la graduación de su hijo, lo que permitió que la Fiscalía lo detuviera días después.
Impacto de las redes sociales a nivel nacional
El poder de las redes sociales no es exclusivo de Puebla. Un caso emblemático a nivel nacional fue el feminicidio de Debanhi Escobar en 2022. La joven desapareció en Monterrey, Nuevo León, y la búsqueda comenzó con el apoyo de sus familiares y amigos en redes sociales.
El hashtag #DebanhiEscobar se volvió tendencia, y "detectives ciudadanos" comenzaron a utilizar herramientas como Google Maps y análisis de imágenes para aportar pistas. Su colaboración fue clave para descubrir un video donde se veía a Debanhi en un motel de Escobedo, Nuevo León, lugar donde posteriormente fue hallado su cuerpo. Gracias a esta información, las autoridades lograron identificar y detener a un sospechoso.
¿Pueden usarse pruebas de redes sociales en un juicio penal en México?
Estos casos plantean una interrogante clave: ¿Es posible utilizar pruebas obtenidas en redes sociales en un juicio penal en México?
La respuesta no es sencilla. Según la Ley de Amparo y la Ley Federal de Procedimientos Penales, las pruebas deben ser obtenidas de manera lícita y presentadas de forma que se garantice su autenticidad e integridad.
Si bien las redes sociales son una valiosa fuente de información, presentan ciertos desafíos legales. Por ejemplo, las pruebas pueden ser difíciles de autenticar o verificar su veracidad, ya que podrían provenir de cuentas falsas o manipularse digitalmente.
Requisitos legales para pruebas de redes sociales
La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha determinado que las pruebas obtenidas a través de redes sociales son válidas en un juicio penal siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos:
- Genuinidad: Las pruebas deben ser auténticas y no falsificadas.
- Relevancia: Deben ser pertinentes para el caso y no basarse en especulaciones.
- Confiabilidad: La información debe ser verificable y precisa.
- Obtención lícita: Las pruebas deben ser recabadas de forma legal, sin violar derechos fundamentales.
Por ello, jueces y abogados deben estar atentos a las limitaciones y retos que implican estas pruebas. A pesar de las dificultades, el impacto de las redes sociales en la justicia es innegable, demostrando cómo la colaboración ciudadana y las herramientas digitales pueden transformar la manera en que se resuelven los casos más complejos.