Cada relación de pareja tiene una dinámica única, pero existen algunos patrones que se repiten y pueden llegar a ser “tóxicos” y perjudiciales para la salud emocional. Uno de ellos es el llamado “síndrome de la Sirenita”, una conducta que recibió su nombre de la famosa película animada de Disney, en la cual el personaje de Ariel entrega su voz a cambio de convertirse en humana para estar con su amado.
La cirujana y especialista en siquiatría Rocío Barrios, asegura que este fenómeno ocurre cuando una persona “entrega su voz” a su pareja, cediendo su autonomía, criterio y decisiones personales en nombre del amor. “Donas tu capacidad de criterio, tu autonomía, tu capacidad de tener todas las cosas que has construido tú misma, para complacer o adaptarte a otra persona”, explicó la experta.
De acuerdo con Barrios, el problema radica en idealizar el amor con base en estereotipos poco realistas, como el concepto del “príncipe azul”. Este tipo de enfoques lleva a las personas a llevar a cabo “sacrificios” desproporcionados o cambiar por completo aspectos de su vida, que en muchos casos dejan de lado la identidad de las personas.
Este síndrome puede presentarse en la vida cotidiana cuando alguien cambia el estilo de vestir, abandona pasatiempos o renuncia a conservar alguna amistad para complacer a su pareja. Esto puede llevar a desarrollar dependencia emocional, afectando la salud mental y la relación en general.
“Hay mujeres que se cortan el cabello como su pareja quiere o dejan de ponerse los pantalones bombachos que les encantan porque a la otra persona le gustan más ajustados. Que dejan de salir con sus amigos o dejan de ir a clases de arte. Entregamos nuestra voz a la Úrsula que nos habita”, asegura la especialista.
Barrios asegura que la solución a este síndrome es reforzar la autoestima y conocerse a uno mismo, por lo que es fundamental hacer una lista de nuestras capacidades y logros para poder reconocer nuestro valor y proteger nuestra voz interior.
Además, el no idealizar a nuestra pareja durante las primeras etapas de la relación es un punto clave para no caer en el síndrome. “Al principio solo veremos lo bueno de esa persona. Por eso es importante tener consciencia de que, con el tiempo, pueden aparecer rasgos o comportamientos que no nos gusten”, comentó Barrios.
Finalmente, la especialista enfatizó la importancia de detectar a tiempo las señales de una relación tóxica y tener presente que el amor no debe implicar un sometimiento. “Escuchen al ‘Sebastián’ que todos llevamos dentro, esa voz protectora que vela por nuestro bienestar, tal como hizo con Ariel en ‘La Sirenita’”, concluyó Barrios.