La Inteligencia Artificial (IA) está irrumpiendo con fuerza en distintos sectores, incluso en el de la medicina, superando a los médicos en el diagnóstico de ciertas enfermedades como arritmias, enfermedades infantiles, oculares y cáncer.
Aunque aún hay mucho margen de mejora en el desarrollo general de las IAs, en la actualidad ya existen usos concretos de esta tecnología que han demostrado, de forma científica, una mayor precisión y rapidez en diferentes tareas llevadas a cabo normalmente por los médicos.
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A pesar de estos avances, aún existen muchas personas a las que la IA no les afecta en su vida cotidiana, sin saber que están más que inmiscuidas en ella. Y estos son algunos ejemplos de ello.
Los asistentes de voz, como Siri o Alexa, hoy forman parte del día a día de muchos hogares. Aunque en 2003 se crearon los primeros, ha sido en los últimos años cuando se han puesto de moda. La IA en estos asistentes permite que puedan entender el contexto y la intención detrás de las palabras del usuario.
Diversas aplicaciones en los teléfonos móviles se han convertido en una parte integral de la vida cotidiana de muchas personas, y una gran cantidad de estas aplicaciones se basan en la inteligencia artificial. Las plataformas de tecnología móvil están elaborando cada vez más soluciones que emplean la IA para controlar diversos aspectos del dispositivo, como la gestión de la batería, los avisos de eventos, entre otros. Incluso, una de las funciones estándar, como el uso del modo retrato en un teléfono, utiliza la IA.
En el caso de las redes sociales, lo que se ve y hace en esas aplicaciones depende en gran medida del aprendizaje automático. La IA tiene mucho control sobre los feeds cuando el usuario navega por estas plataformas o recibe notificaciones. Toma en cuenta los gustos y preferencias, así como el historial, para alimentar con información los canales que resultan más relevantes y que desea ver el internauta.
Sin duda, muchos en alguna ocasión han utilizado el navegador, mapas en línea y otros servicios similares para poder llegar a un lugar. De igual forma, han solicitado el servicio de taxis de plataforma. Pues Google, Apple y muchos otros proveedores de servicios relacionados con la navegación utilizan la IA para interpretar las métricas que reciben y ofrecer información que ayude a navegar y obtener actualizaciones del tráfico en tiempo real.
La IA está incluso en los vehículos, en nuestro horno de microondas y, ahora, también en la olla exprés; ya hay algunas que podemos prender y apagar remotamente. Está en lo que llamamos el Internet de las cosas, el cual ya tenemos a la mano absolutamente todos, y de alguna forma lo estamos aprovechando, enfatizó en alguna ocasión, en entrevista, José Emilio Quiroz Ibarra, académico del Instituto de Investigación Aplicada y Tecnología (InIAT) de la Universidad Iberoamericana.
La IA está, dijo, en nuestros procesos de compras, en todas las cuestiones financieras; está presente cuando pides un Uber, cuando escuchas música en Spotify y cuando consultas tus redes sociales. Estas últimas merecen una descripción más completa porque fueron las primeras en utilizar la Inteligencia Artificial y la Ciencia de Datos para impulsar sus negocios, cambiando el rumbo del marketing digital y la forma en la que nos comunicamos e interactuamos con los demás.