Aunque el cáncer de intestino estaba tradicionalmente asociado a las personas mayores, actualmente está mostrando un aumento entre la población joven, y la exposición a contaminantes químicos como los pesticidas podría ser una de las principales causas. Así lo advirtió la gastroenteróloga Michelle Hughes, de la Facultad de Medicina de Yale.
De acuerdo con Hughes, los pesticidas usados para eliminar las malas hierbas y los insectos pueden permanecer en las frutas y verduras que consumimos, por lo que las personas quedan expuestas a pequeñas cantidades de estos químicos al consumir los alimentos. Esto podría tener un impacto acumulativo en la salud intestinal a lo largo del tiempo.
La especialista menciona que existen otros factores de riesgo, como las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), las cuales están presentes en productos de uso cotidiano, como los utensilios de cocina con antiadherencia, ropa repelente al agua, cosméticos y envases de alimentos. Estas partículas químicas son conocidas como disruptores endocrinos y pueden alterar el equilibrio de las bacterias saludables en el intestino, un factor clave en la salud digestiva y el riesgo de desarrollar cáncer.
“Estas pequeñas partículas en suspensión y contaminantes químicos afectan directamente el equilibrio del microbioma intestinal, lo que podría estar relacionado con el desarrollo de enfermedades como el cáncer de colon”, aseguró Hughes.
Para respaldar esta hipótesis, un estudio publicado en la revista Frontiers in Cancer and Society señala que la exposición a pesticidas aumenta considerablemente el riesgo a desarrollar cáncer. Sin embargo, subraya que se necesitan más estudios para analizar los efectos a largo plazo de estos contaminantes en la salud de los humanos.
Para prevenir esta situación, los expertos recomiendan lavar adecuadamente las frutas y verduras, así como optar por consumir productos orgánicos y usar los utensilios antiadherentes estrictamente cuando sea necesario.