En México, la automedicación agrava la resistencia a antibióticos

En México, la automedicación agrava la resistencia a antibióticos

En México, la cultura de la automedicación —es decir, el consumo de medicamentos por iniciativa propia, sin prescripción médica— está profundamente arraigada. Según la Secretaría de Salud, el 80% de la población recurre a esta práctica, que lejos de resolver un problema de salud, lo complica considerablemente y representa un riesgo importante para la salud pública.

 

Este uso desmedido de antibióticos contribuye directamente al desarrollo y propagación de la resistencia a los antimicrobianos (RAM). Al tomarse en dosis inadecuadas, por tiempos insuficientes o para infecciones que no los requieren, las bacterias se adaptan y se vuelven resistentes, haciendo que los medicamentos pierdan efectividad; sumado al enmascaramiento de otras enfermedades, dificultando su control y aumentando el riesgo de mortalidad.

 

Según Carmen Celeste, Gerente Médico de Medicina General en Merck México, "el problema de la automedicación es que, en los próximos años, no será posible controlar ciertas infecciones; las bacterias y virus seguirán desarrollándose y volviéndose resistentes a múltiples antibióticos, lo que complicará su tratamiento y prolongará los tiempos de recuperación", señaló la especialista. Por otro lado, un informe de The Lancet advierte que si no se toman acciones a nivel global, para el año 2050, las muertes relacionadas con la resistencia antimicrobiana podrían superar los 10 millones, visibilizando la magnitud y el impacto que tiene este problema a nivel mundial.

 

Y es que uno de los principales desafíos de la salud pública es entender la carga de este problema y los efectos que involucran un aumento en la incidencia de enfermedades, fallecimientos, duración de las hospitalizaciones y los costos médicos. Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud la considera una de las principales amenazas futuras para la sanidad global.

 

En ese sentido, Carmen Celeste comentó que “es importante considerar que la RAM puede llevar a la aparición de cepas nuevas y más agresivas al ser resistentes a los tratamientos existentes. Por esa razón, es importante concientizar que los antibióticos se usen de manera correcta y de forma responsable, cumpliendo con los tratamientos establecidos por un médico especialista”.

 

En México, es común que muchas personas no terminen sus tratamientos por completo, esto se debe a que muchos dejan de tomar los medicamentos cuando comienzan a sentirse mejor, sin entender que interrumpir el tratamiento puede agravar la situación a futuro. "La resistencia a los antimicrobianos es un problema de salud pública que se vea gravado por la administración incorrecta de los antibióticos. Comprender que ningún medicamento es inocuo ayudará a visibilizar que su uso indiscriminado puede causar más daños que beneficios, dependiendo de la sensibilidad o hipersensibilidad de cada persona", concluyó Carmen Celeste. 

 

Para sumar a esta urgencia de concientización, desde el próximo 18 al 24 de noviembre se celebra la Semana Mundial de Concientización sobre el Uso de los Antibióticos, iniciativa global que pretende sensibilizar a las personas en torno a la resistencia a los antibióticos y estimular mejores prácticas para garantizar tratamientos efectivos y un mejor control de las infecciones a largo plazo.

 

La resistencia antimicrobiana es una realidad que requiere implementar estrategias de prevención para promover el consumo adecuado de estos medicamentos. Esta responsabilidad, compartida entre profesionales de la salud y personas, permitirá que se tomen decisiones informadas garantizando tratamientos adecuados, cuidando la salud de las personas.

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