El consumo de alcohol es una práctica ampliamente normalizada en muchas sociedades, incluyendo México. Se trata de una droga socialmente aceptada y su consumo es común en diversas situaciones sociales y culturales; sin embargo, pocos conocen los efectos devastadores que puede tener en el cuerpo humano.
Entre los efectos inmediatos que genera está la alteración del estado de ánimo y de la química cerebral, provocando cambios en el humor y el comportamiento, así como dificultades para concentrarse y problemas de coordinación, los cuales aumentan el riesgo de accidentes.
Asimismo, a largo plazo, su ingesta provoca daño hepático, problemas cardiacos, cáncer, problemas digestivos y hasta daño cerebral.
Hoy 15 de noviembre se conmemora el Día Mundial sin Alcohol, una jornada internacional que busca concienciar sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol y promover un estilo de vida saludable.
Sensibilizar sobre los efectos negativos del alcohol en la salud, reducir su consumo excesivo y fomentar políticas públicas para prevenir el abuso y la dependencia, son las premisas de esta fecha conmemorativa.
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Y es que las estadísticas son alarmantes: 3 millones de muertes al año están relacionadas con el consumo de alcohol, según la Organización Mundial de la Salud. Una de cada cinco personas en México consume bebidas embriagantes de manera excesiva y su ingesta es la tercera causa de muerte evitable en el mundo.
Desafortunadamente, el vínculo no es solo con la salud, sino también con la delincuencia, pues hay una relación estrecha y compleja entre el alcohol y la comisión de actos delictivos.
Según estudios y estadísticas, el alcohol es un factor significativo en la comisión de delitos violentos y no violentos. De acuerdo con el INEGI, 40 % de los delitos violentos está relacionado con el consumo de alcohol.
El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) señala que 60 % de los homicidios están relacionados con la ingesta de bebidas embriagantes, mientras que 30 % se registra en los delitos contra la propiedad.
Homicidios, lesiones y agresiones sexuales se cuentan entre los delitos violentos; robos, asaltos y daños en propiedad ajena en los delitos contra la propiedad; pero también están los cometidos contra la seguridad vial, por conducir vehículos de motor estando alcoholizado.
Según especialistas, la relación se da porque, al haber un consumo excesivo de bebidas alcohólicas, este conlleva a la pérdida del control sobre las acciones y a fomentar comportamientos delictivos sobre todo si se consume de manera grupal, por la alteración de la percepción y el juicio.
La relación entre el consumo de alcohol y la comisión de actos delictivos es compleja y multifacética. Es fundamental abordar este problema mediante la educación, prevención y control para reducir los delitos relacionados con el alcohol y proteger a la sociedad.
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