En agosto de 2019, Escocia fue escenario de una triste y conmovedora historia. Stuart Hutchison, un joven que luchó contra el cáncer durante ocho años, falleció en su hogar rodeado de su familia y su esposa Danielle. Poco tiempo después, su leal perro Nero, un bulldog francés, también murió, como si ambos compartieran un lazo inquebrantable que se acabó al mismo tiempo.
De acuerdo con el sitio Infobae, Stuart decidió pasar sus últimos días con vida en casa de su madre, Fiona Conaghan, acompañado por su esposa y Nero, quien estuvo con él en los momentos más difíciles de su vida. Pues de acuerdo con su madre, tenían un vínculo especial, casi inexplicable, algo que trascendía a las palabras.
“Eran como uno solo, hombre y perro”, aseguró Fiona al medio Mirror.
Escocia:
— Chikistrakiz (@chikistrakiz) November 14, 2024
Nero, el perro que no soportó la tristeza y murió quince minutos después que su dueño. Stuart Hutchison murió de cancer en su cerebro y el perrito...de tristeza al ver a su amo muerto. pic.twitter.com/Bgz0KSUYCz
La familia de Stuart afirmó que Nero comenzó a mostrar un comportamiento extraño después de la muerte de su dueño, y parecía quejarse de dolor extremo. El padre de Danielle, en un intento por salvar al animal, lo llevó al veterinario; sin embargo, descubrieron que el perro había sufrido una ruptura de columna repentina y sin razón aparente, lo que provocó su muerte poco después.
Perplejos, los familiares describieron el suceso como inexplicable. El perro era fuerte y robusto, pero se desmoronó en cuestión de minutos al darse cuenta de la pérdida. “Como si la vida se le escapara por una fisura”, aseguraron los familiares.
La familia quedó sorprendida por la partida casi simultánea de ambos. La señora Conaghan describió la relación entre su hijo y el perro como una basada en la lealtad, y relató cómo esa conexión conmocionó a muchos cuando la historia salió a la luz. En poco tiempo, comenzaron a recibir mensajes de consuelo de personas de todo el país, quienes estaban conmovidas por la historia entre Stuart y Nero.
Finalmente, en un acto simbólico y de amor, la familia optó por enterrar a Nero junto a Stuart en descanso eterno. Su historia se convirtió en un testimonio de la fidelidad y el lazo único que puede compartir un hombre y su perro, demostrando que algunas conexiones pueden trascender la muerte.