Servicios de streaming, cada vez más caros y restrictivos; ¿cuánto estás dispuesto a pagar?

Servicios de streaming, cada vez más caros y restrictivos; ¿cuánto estás dispuesto a pagar?

Foto: Unsplash

En los últimos años, el auge de las plataformas de streaming ha transformado la manera en que los usuarios consumen entretenimiento, ofreciendo catálogos extensos de seriespelículas y documentales al alcance de un clic. Sin embargo, el reciente bloqueo de Disney Plus a la compartición de contraseñas (una medida adoptada previamente por Netflix) ha desatado una serie de críticas y cuestionamientos entre los suscriptores. Estas restricciones invitan a reflexionar sobre el verdadero papel de estos servicios en la vida de los mexicanos: ¿hasta qué punto es necesario el streaming en el día a día? ¿Cuánto está dispuesto a pagar un usuario promedio por tener acceso a este contenido?

 

Para responder estas preguntas, entrevistamos a diversos usuarios, desde quienes invierten mensualmente en varias plataformas hasta aquellos que han decidido prescindir de ellas por razones económicas o de tiempo.

 

Usuarios activos y dispuestos a pagar

 

Diego, un joven usuario de múltiples servicios de streaming, cuenta con suscripciones a HBOParamountAmazonDisney y Mubi. Cada mes, gasta alrededor de 600 pesos en estos servicios, aunque admitió que no siempre tiene tiempo para aprovechar todo el contenido disponible. “Lo máximo que podría pagar serían 1,000 pesos mensuales”, dijo.

 

Christian, por otro lado, es usuario exclusivo de Netflix, con una suscripción de 100 pesos mensuales. Explicó que considera valioso el servicio y establece que su límite de gasto sería de 250 pesos.

 

Usuarios que optaron por cancelar

 

Algunos usuarios, como Nayeli, tomaron la decisión de cancelar sus suscripciones por diversos motivos. Aunque disfrutó del servicio cuando estaba de vacaciones del colegio, el aumento de precio y las nuevas políticas de acceso la desalentaron. Nayeli pagaba un paquete de 100 pesos, pero la relación calidad-precio y el tiempo disponible fueron factores decisivos para abandonar la plataforma.

 

“Por falta de tiempo, ya no veo tanto contenido y preferí cancelar Netflix”, aseguró.

 

Usuarios no familiarizados con el streaming

 

Parece ser que los adultos mayores no están muy informados al respecto, pues la señora Josefa Velasco, quien prefiere la televisión por cable, compartió su curiosidad por las plataformas de streaming, aunque no está familiarizada con ellas. Aclaró que su prioridad es buscar servicios económicos. Actualmente, paga 700 pesos mensuales por televisión por cable y duda en incursionar en el streaming debido a la falta de información y al costo adicional.

 

Otro caso similar fue el de Hugo Flores, quien prefirió no aparecer a cuadro; mencionó desconocer este tipo de plataformas y que, sinceramente, solo ve las noticias por la antena local.

 

Usuarios escépticos o indiferentes

 

No todos los entrevistados han sentido la necesidad de sumarse a la fiebre del streaming. Luis Méndez, quien no utiliza ninguna de estas plataformas, explicó que no ha contratado los servicios de streaming por falta de interés en el tipo de contenidos que ofrecen, en particular las series de moda. Sin embargo, comentó que podría considerar una suscripción si tuviera acceso a transmisiones de eventos deportivos, como partidos de fútbol.

 

Preferencia por las tarifas mínimas: prioridad en el ahorro

 

Entre los entrevistados, la mayoría expresó una clara preferencia por mantener los costos de sus suscripciones al mínimo, eligiendo los paquetes básicos o limitando su gasto a lo estrictamente necesario. Este comportamiento refleja tanto una búsqueda de ahorro como una valoración medida del contenido que efectivamente consumen, especialmente considerando el impacto que pueden tener estos gastos en su presupuesto mensual. Eso sí, todos defendieron que el servicio con el que cuentan es el original provisto por el proveedor.

 

En conclusión, la idea de “necesidad” en el contexto de las plataformas de streaming es relativa. Para algunos, representa una inversión indispensable en entretenimiento digital, mientras que para otros, el streaming es solo una opción más, prescindible y, en algunos casos, reemplazable. Conforme estas plataformas endurecen sus políticas de acceso, los mexicanos parecen cada vez más conscientes del valor real de estos servicios y están dispuestos a adaptarse, ya sea restringiendo su gasto o, en algunos casos, dejando el streaming de lado.

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