El Ayuntamiento de Puebla busca fomentar la movilidad, reducir la congestión vehicular y promover un estilo de vida más saludable, por lo que el próximo año volverá el sistema de bicicletas públicas. Así lo anunció hace unos días el alcalde Pepe Chedraui, un programa que, dijo, se llevará a cabo en colaboración con el gobernador electo Alejandro Armenta Mier.
Recordemos que el programa de bicicletas dio inicio en el gobierno municipal del edil sustituto Luis Bank Serrato, bajo el nombre de “Bici Puebla”, el cual representaba una alternativa más de transporte, además de contribuir a reducir la contaminación del medioambiente en el municipio. Los usuarios podían hacer uso del servicio a través del pago de una membresía anual que tenía un costo de 700 pesos, hasta una semanal por 200 pesos.
La empresa CycloShare fue la encargada de la operación y administración del sistema, iniciando operaciones en enero de 2017 con la primera etapa, cuando se pensaba iniciar en 2015. La concesión fue otorgada por un período de 10 años, los cuales podrían ser prorrogables y a los que la empresa estadounidense se comprometía a invertir 12,800,000 dólares anuales. Tras el retraso de dos años, la firma inició el programa únicamente con 1,050 bicicletas y 69 cicloestaciones, cuando se preveían 2,100 unidades y 139 puntos estacionales. Por ello, fue necesario anunciar una segunda etapa para junio de 2017, para completar el faltante; sin embargo, no se cumplió.
En 2018, a semanas del cambio de administración municipal, se ejecutó un cambio de imagen con el propósito de incrementar el número de usuarios, hecho que no se logró. Por lo que la Comuna encabezada por Claudia Rivera Vivanco analizó retirar la concesión; sin embargo, en junio de 2020, la empresa presentó su solicitud de renuncia a la concesión que le fue otorgada, alegando causas ajenas a su control.
La realidad es que el proyecto fue un fracaso total por la falta de planeación, aseguraron algunos expertos en su momento, argumentando que estos sistemas son diseñados para complementar los viajes dentro de la ciudad, menores a dos kilómetros, y requieren de una alta demanda. Además, nunca se tomó en cuenta a los especialistas.
El Consejo Ciclista Poblano acusó que la infraestructura ciclista en la capital es únicamente recreativa, por lo que este programa, desde su nacimiento, estaba condenado al fracaso. De igual forma, el Consejo Ciudadano de Movilidad señaló que hubo fallos como la mala ubicación de las cicloestaciones y la falta de conexión entre puntos para que la gente se moviera correctamente.
