Cada año, las empresas automotrices buscan innovar en el diseño de sus vehículos, creando estilos nuevos y atractivos, haciendo uso de la tecnología más avanzada para mejorar la aerodinámica del automóvil y desarrollar carros más ecológicos, ligeros y resistentes, con la finalidad de mejorar la experiencia del conductor, reducir el impacto ambiental y ofrecer características avanzadas que satisfagan las necesidades y deseos de los consumidores.
Tesla, fundada en 2003 por Martin Eberhard y Marc Tarpenning, ha buscado posicionarse en el mercado automotriz con una línea de autos eléctricos de lujo y alta gama, entre los que destaca la Cybertruck, una camioneta de estilo futurista con un valor superior a los 2 millones de pesos. Sin embargo, su apariencia ha generado opiniones en contra, llegando incluso a compararla con un tanque artesanal utilizado por células criminales.
Pero este no ha sido el único auto calificado como "feo" en nuestro país. En los últimos años ha habido una línea de automóviles que podrían ser clasificados dentro de este ámbito.
Ford Ka: Durante mucho tiempo fue catalogado como uno de los autos más feos. Diseñado por el maestro Pininfarina, quien creó un coche de imagen controvertida.
Faw F1: Cuando Grupo Elektra entró al negocio automotriz anunciando la llegada de los coches de FAW Group a México, este modelo fue considerado uno de los más feos. Hay productos chinos… y productos chinos, y aunque FAW Group es el mayor grupo automotriz de China, también fue capaz de producir autos de estándares muy bajos.
Chrysler PT Cruiser: Este auto de 2000 tuvo un gran éxito comercial, pero su diseño fue objeto de muchas críticas.
Smart: Criticado por muchos, quienes cuestionaban de qué servía tener espacio en un pequeño lugar de estacionamiento si no había suficiente espacio para el conductor.
Pontiac Aztek: Este SUV fue controversial desde su lanzamiento en 2001.
Atos: Era un vehículo simple, muy pequeño, ligero, con apenas el equipamiento básico y, para muchos, muy feo.
Hummer H2: Alguien en General Motors pensó que sería una buena idea vender una versión de calle del vehículo militar Humvee, popularizado en los 90 por personajes hiper-machos como Arnold Schwarzenegger. La idea funcionó solo dos años, ya que era evidente que la H2 era en realidad una Chevrolet Tahoe con un gran sobreprecio y mucho plástico hueco en su cabina, lo que selló el fracaso del proyecto.