En el corazón del centro histórico de Puebla, sobre la avenida 8 Poniente en el local 301, la Cerería La Jalapeña mantiene vivo el oficio de la elaboración artesanal de velas, una tradición que ha iluminado de todo, incluidas las ofrendas de los poblanos durante generaciones.
Con más de 35 años en el negocio, Alejandro García, empleado de este establecimiento, nos cuenta cómo la demanda de velas ha cambiado con los años y cómo, en vísperas del Día de Muertos, el fervor por las ofrendas mantiene la llama encendida, aunque las ventas ya no sean lo que fueron en décadas pasadas.
“Antes era muy diferente, se vendía bastante, pero dentro de lo que cabe, ahí va”, señaló Alejandro, quien con nostalgia recuerda épocas en que la gente acudía con mayor frecuencia a comprar velas de cera natural, indispensables para iluminar las ofrendas. Según nos comentó, los días de mayor venta son el 31 de octubre y el 1 de noviembre, aunque el auge de clientes comenzó días antes. “Ahorita lo fuerte, lo fuerte pues ya pasó”, agregó.
Asimismo, nos explicó que después del Día de Muertos, el negocio entra en una breve pausa antes de prepararse para la temporada navideña, cuando las coronas de Adviento y las decoraciones de Navidad cobran protagonismo.
Alejandro destacó que, si bien las ventas de las velas bajan en otras épocas del año, la cerería continúa siendo redituable gracias a la fidelidad de sus clientes.
La competencia de las velas sintéticas y la resistencia del mercado artesanal
Uno de los temas que han causado inquietud en el mercado de las cererías es la incursión de productos de origen chino, como las velas sintéticas o de plástico, que funcionan como si fuesen linternas o velas de aparente cera. Sin embargo, Alejandro asegura que este tipo de productos no ha impactado a la cerería de manera significativa.
“La verdad no nos ha afectado, como este ya es un negocio establecido, ya hay clientes que son de años”, aseguró Alejandro.
Para Alejandro, las velas importadas simplemente no pueden igualar el valor simbólico ni la calidad, el olor y el trabajo que hay detrás de las velas artesanales elaboradas con cera de abeja. Finalmente, Alejandro instó a los poblanos a continuar apoyando al mercado local y a no perder las tradiciones que dan identidad al estado y la región, sobre todo en esta temporada de muertos, y posteriormente para Navidad. Para él, cada vela encendida en una ofrenda es una muestra de la perseverancia de las costumbres, un recordatorio de que en Puebla la llama de las tradiciones sigue viva.
Actualmente, la Cerería La Jalapeña ofrece una gran variedad de velas y ceras para todo tipo de ocasión, de todos los colores, tamaños y hasta aromas.
