Las enfermedades tropicales desatendidas (ETD) afectan actualmente a más de mil millones de personas en el mundo, en su mayoría en comunidades pobres y marginadas. Estas enfermedades incluyen un amplio rango de afecciones como la lepra, el tracoma, la rabia, el dengue y la dracunculosis, entre otras. A pesar de ser tratables y prevenibles, continúan impactando significativamente en la vida de quienes las padecen, causando ceguera, desfiguración, discapacidad y, en muchos casos, excluyendo a las personas de sus comunidades.
En 2024, la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmó importantes progresos en la lucha contra estas enfermedades. En octubre, Vietnam e India se unieron a Nepal, Myanmar y otros países los cuales lograron eliminar el tracoma, una de las principales causas de ceguera en el mundo. Esta enfermedad sigue siendo un problema de salud pública en 39 países, pero los esfuerzos coordinados permitieron que más de 600 millones de personas ya no requieran tratamiento. Además, en 2023, Ghana eliminó la tripanosomiasis africana humana, también conocida como la "enfermedad del sueño", y Bangladesh hizo historia al erradicar la leishmaniasis visceral (kala-azar) y la filariasis linfática, ambas enfermedades graves y debilitantes.
A pesar de estos logros, la crisis climática representa un desafío adicional en la lucha contra las ETD. Un informe del Foro Económico Mundial, publicado en 2024, subraya el impacto del cambio climático en la salud global. El informe advierte un aumento de temperaturas para el 2050, el cual podría expandir el rango de los mosquitos transmisores de enfermedades, como el dengue, el zika y la malaria, afectando a más de 500 millones de personas adicionales. Shyam Bishen, director del Centro de Salud y Atención Sanitaria del Foro, afirmó que "el cambio climático está teniendo un profundo impacto en la salud mundial", y advirtió que las condiciones de salud pública empeorarán si no se toman medidas urgentes.
La COP28, celebrada en 2023, y la próxima COP29 en noviembre de 2024, se centraron en la conexión entre la crisis climática y la salud. Durante la COP28, los Emiratos Árabes Unidos y la Fundación Bill y Melinda Gates prometieron $777 millones en fondos para combatir las ETD. Estos fondos se destinarán a programas de tratamiento, apoyo a la investigación e innovación, y fortalecimiento de los sistemas de salud en las regiones más afectadas. Según la Dra. María Neira, directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, es crucial "asegurar que todo el mundo reconozca a la salud como un argumento fundamental para la acción climática".
Esta movilización de más de 300 organizaciones, incluyendo gobiernos, académicos y el sector privado, es clave para el éxito de estas campañas globales. Estos esfuerzos no solo buscan erradicar las ETD, sino también preparar los sistemas de salud para ser más resilientes frente a las consecuencias del cambio climático.
Entre las soluciones propuestas, se destacan la creación de sistemas de alerta temprana, la investigación y desarrollo de nuevas tecnologías y tratamientos, y la implementación de incentivos económicos para reforzar la infraestructura sanitaria en países en desarrollo. Los avances en la erradicación de las ETD representan un paso crucial para mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, el camino hacia su eliminación total está lleno de desafíos los cuales requieren colaboración internacional y un abordaje integral que incluya la lucha contra el cambio climático. (NotiPress)