Pese a reiterar “unidad”, las divisiones en el PAN Puebla son evidentes

Pese a reiterar “unidad”, las divisiones en el PAN Puebla son evidentes

Foto: Enfoque

Parece que en el PAN están más empecinados en demostrar que lo que menos existe es unidad. Por más que algunos militantes nieguen en cada oportunidad que haya fracturas al interior, lo cierto es que sus acciones dicen lo contrario.

 

Tan solo la noche de este miércoles, entre penumbras, supuestamente porque no pagaron la luz, el Comité Municipal del PAN sesionó para acordar que el método de elección de la dirigencia sea por Consejo Estatal y no por voto de la militancia. En un video que circula a través de redes sociales, Rafael Guzmán y Matías Romero, tesorero y miembro del comité municipal del blanquiazul, respectivamente, aseguraban que con un quórum de 16 consejeros, ya se había determinado el método de elección.

 

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Esto, por supuesto, generó la reacción del bando contrario, aquel que se nombra a favor de una elección democrática en la que sea la militancia quien decida por voto directo a su próximo dirigente. El diputado local Rafael Micalco calificó el acto como delicado, destacando que asistieron a esta reunión un gran número de militantes que trabajaron con Eduardo Rivera cuando fue presidente municipal de Puebla.

 

Mónica Rodríguez Della Vecchia y Carolina Beauregard también reprocharon esta acción. La exdiputada local acusó que se reunieron "en lo oscurito", como todos los acuerdos que hizo Eduardo Rivera "para hacernos el grandísimo favor de ser nuestro candidato a gobernador", mientras que la exlegisladora federal mencionó que este método de elección inclina la balanza a favor de Rivera Pérez, ya que el Consejo, en su mayoría, es afín al exalcalde.

 

En esta carrera por la dirigencia estatal del panismo en Puebla ya se definieron dos bandos, ambos encabezados por expresidentes municipales: por un lado está Edmundo Tlatehui Percino, quien fue de los pocos que le dio un triunfo al PAN el pasado 2 de junio, compitiendo contra todo el aparato estatal y federal y logrando retener San Andrés Cholula; y por el otro, Eduardo Rivera Pérez, que no solo perdió la capital del estado, sino la contienda por la gubernatura de Puebla.

 

En el grupo de Tlatehui Percino, que demanda una renovación democrática de la dirigencia estatal, están el legislador local Rafael MicalcoMónica Rodríguez Della Vecchia y Filomeno Sarmiento, quienes el mes pasado formalizaron el bloque contra la continuidad del grupo de Rivera Pérez.

 

En el bando riverista, se encuentra la actual dirigente y el secretario general del partido, Augusta Díaz de Rivera y Marcos Castro, respectivamente. Mario Riestra ha alzado la mano, al igual que Genoveva Huerta, y podría ir por este bando, así como el exalcalde capitalino Adán Domínguez, aunque los pésimos resultados en la administración saliente no lo benefician. Su lugar podría ser ocupado por Felipe Velázquez, exsecretario de Gestión y Desarrollo Urbano en el municipio de Puebla.

 

Este no es el único conflicto en el que se ha visto envuelto el PAN al renovar su dirigencia. En 2018, el exdirigente estatal del PAN, Rafael Micalco Méndez, impugnó ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación la designación de Genoveva Huerta Villegas como nueva presidenta del partido en Puebla, ya que no lo dejaron competir.

 

Micalco Méndez denunció que fue bloqueado por el Comité Directivo Municipal (CDM), ya que para inscribirse en la competencia requería una constancia de salvedad de los derechos partidistas, la cual le fue negada por dicho comité con el argumento de que enfrentaba una investigación por supuestos hechos de corrupción. Huerta Villegas ganó, aunque no por unanimidad, pues su nombramiento era inevitable al ser candidata única.

 

En 2021, se llevaron a cabo nuevas elecciones para renovar la dirigencia del PAN, en las que Genoveva Huerta buscaba la reelección. En este proceso interno también se formaron dos bandos, uno encabezado por Augusta Díaz de Rivera, respaldada por Eduardo Rivera, y el otro por la entonces dirigente con licencia.

 

El bando riverista acusaba que Huerta Villegas estaba repartiendo dinero a diestra y siniestra para mantenerse en el cargo. Además, Díaz de Rivera declaró que jugarían en la cancha de su contrincante, con sus reglas y con el árbitro en contra. A la postre, la actual dirigente del PAN la venció por una ventaja del 10 %. Genoveva no se conformó con el resultado de los comicios. Luego de que el Tribunal Estatal del Estado de Puebla y la Sala Regional avalaran el resultado, Huerta Villegas impugnó sin éxito la elección, promoviendo un recurso ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

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