Ahora sí, ¡ahí vienen los gringos!

Ahora sí, ¡ahí vienen los gringos!

La capacidad de respuesta del gobierno se agotó hace tiempo. Sólo ha podido construir inmensos fracasos.

 

Ahora está acorralado sin dinero, sin apoyo efectivo, aunque presuma fantasiosos 36 millones de votos, producto no del convencimiento, sino de la compra de voluntades y de un enorme fraude electoral.

 

El Ejército lleva décadas combatiendo al crimen organizado y éste, antes que verse disminuido, ha incrementado en número y en armamento, así como en tecnología.

 

La Guardia Nacional es otro de los gigantescos fiascos de la llamada Cuarta Transformación.

 

Y de fracaso en fracaso, de fiasco en fiasco, ahora sí ya estamos instalados en el narcoterrorismo.

 

Las explosiones de coches bomba, ayer en Guanajuato, lo confirman.

 

¿Qué sigue?

 

Pues que, en el nada remoto caso de que Donald Trump gane las elecciones dentro de un par de semanas, lleguen a combatir ese narcoterrorismo los marines, como el republicano lo ha anunciado desde hace tiempo.

 

Vendrían a hacer lo que por incapacidad o por complicidad las dizque autoridades mexicanas son incapaces de hacer.

 

¡Ahí vienen los gringos!

 

* * *

 

Ese “¡mátalo!” exigido por un militar a otro soldado, en Culiacán, da cuenta de lo que muchas veces se ha dicho y que hay que subrayar una vez más.

 

Los elementos del Ejército ¡no están capacitados para llevar a cabo labores policiacas”.

 

Su entrenamiento militar los conduce siempre a asesinar hasta a los ciudadanos inocentes.

 

Por eso los niveles de letalidad de los verde olivo es una de las más altas del mundo… sin que el país esté en guerra en contra de un enemigo extranjero.

 

*  *  *

 

Los políticos sólo legislan para preservar e incrementar los intereses de los políticos.

 

Mientras el país se cubre de sangre por la violencia incontrolable, la presidente formal Claudia Sheinbaum y los legisladores de su Movimiento tienen 24 días presentando iniciativas de reformas –más bien parches-- a la Constitución, dictaminándolas sin aceptar las opiniones de las oposiciones, esto es, “sin cambiarles ni una coma”, y aprobándolas sin que las aplanadoras guindas siquiera las hayan leído.

 

Todo ello salpicado de pleitos internos entre ellos que no cesan, ni siquiera porque “el junior del Bienestar”, Andy López, los llame al orden.

 

Y, además, enfrascados en una alevosa disputa en contra de la mayoría de los integrantes del Poder Judicial.

 

Falso que actúen en obediencia al mandato que les dieran 36 millones de electores, lo cual es harto constitucionales.

 

La realidad es que ya llevan casi un mes legislando en una especie de borrachera que satisfaga únicamente los caprichos y las venganzas de López Obrador, quien los manipula desde Palacio Nacional, donde aún reside “por invitación”, justifican, de su sucesora.

 

La cruda de esa borrachera es de pronóstico reservado.

 

¿Cuándo van a legislar para favorecer no nada más a sus supuestos 36 millones de apoyadores?

 

¿Cuándo en favor de la totalidad de los 130 millones de habitantes del territorio nacional?

 

Los seguimos esperando, pero ya no por mucho tiempo más.

 

 

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@AndySKBrown1