¡Qué delicia! La gran diversidad de panes de muerto por todo México

¡Qué delicia! La gran diversidad de panes de muerto por todo México

Foto: Enfoque

El Día de Muertos en México paradójicamente pareciera ser la celebración de la vida misma, una fecha que además de recordar a los seres queridos que han partido, exalta las tradiciones culturales del país. Declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y Cultura (UNESCO), está festividad incluye de todo un poco y, en el ámbito de la gastronomía, el pan de muerto es uno de los protagonistas.

 

Si bien, el pan de muerto es conocido y destaca en casi todas las ofrendas, su historia y las diversas variaciones son todavía más extensas. Cada región de México cuenta con su propia versión de este pan, con ingredientes, texturas, formas y sabores que reflejan, una vez más, nuestra amplia diversidad cultural.

 

Puebla y las hojaldras o pan de muerto

 

En Puebla, la llamada hojaldra es el pan más representativo de la temporada. Se caracteriza por su textura esponjosa, de forma circular, con tiras de masa en lo superior que representa los huesos del muerto. Tradicionalmente, son espolvoreadas con un poco de ajonjolí, pero en sus variaciones las podemos encontrar con azúcar glass, chocolate o de sabores más exóticos como dulce de calabaza. La presencia en las ofrendas es casi obligada puesto que simboliza el ciclo entre la vida y la muerte.

 

 

 

Ciudad de México y Puebla: gollete o despeinada

 

En estos lugares se encuentran las "despeinadas", un pan en forma de círculo o rosquita, bañado en azúcar colorada o rosa. Inclusive en algunas zonas se puede encontrar otra variación como panes en forma de mariposa, ante la creencia que las niñas, al morir se convertían en mariposas.

 

Oaxaca: pan de carita o de ánimas

 

En Oaxaca, el pan de yema es y será uno de los más emblemáticos y más en esta temporada; sin embargo, existen otras variaciones dignas de nombrar. Uno de los más famosos es el pan de carita, elaborado con yemas de huevo y caracterizado por hacer alusión a una sepultura, al estar decorado con figuras de "carita" hechas con migajón, representando con esta a los difuntos.

 

 

 

Otra variante, es el pan de las ánimas, cuya popularidad yace en los valles centrales de este estado. En este caso, el pan cuenta con una figura de humano, es aderezado con panela y canela, espolvoreado con azúcar roja que representa el alma de los muertos.

 

Guerrero: panes de camarones, tortas y amargosas

 

En este estado las ofrendas se denominan "huentli" y entre su diversidad de panes están los camarones, tortas y amargosas que representan figuras de muñeco similares a las de Oaxaca. Aunque también se puede encontrar los tlaxcales, panes tradicionales hechos de maíz y de forma triangular, conocido por ser uno de los más antiguos de la localidad de Chilocachapa.

 

Michoacán: pan de hule o rodilla de cristo

 

Este es un pan redondo y brilloso que puede llevar una dedicatoria hacia el difunto o, en su forma más convencional, está bañado con azúcar rosa que representa las heridas de Cristo, de ahí lo tomado en relación a su nombre.

 

Guanajuato: ánimas de Acámbaro

 

En la ciudad de Acámbaro, surge una de las versiones más singulares del pan de muerto. Este pan conocido como pan de ánimas, fantasmas o empuchados destaca por su forma peculiar y decoración distintiva. La figura del pan recuerda a un cuerpo recostado de brazos cruzados y cubierto de glaseado blanco con pequeñas manchas de azúcar roja que le dan la apariencia de fantasma ensangrentado.

 

 

 

Tlaxcala, Carretón

 

En Tlaxcala, el pan de muerto suele ser más salado que el tradicional de otra región. Es conocido también como el pan de pata de mula debido a la forma que posee, y es elaborado con harina, manteca con un sabor y textura ligero.

 

Sin duda, México es un país lleno de tradiciones culinarias que en esta época de Día de Muertos se ven perfectamente bien reflejadas. Cada tipo cuenta con un significado profundo ampliamente relacionado con la historia en identidad de cada región de la que proviene. Al conocer y probar cada variedad de pan, no solo exploramos los sabores de México, sino de cada historia y creencia que se mantiene a lo largo del tiempo.

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