Este 15 de octubre es el Día Nacional de las Personas Ciegas, una fecha que surge de la necesidad de reconocer y promover la inclusión y accesibilidad para personas con discapacidad visual. Además, sirve para sensibilizar a la sociedad sobre los desafíos que enfrentan y promover la igualdad de oportunidades y accesibilidad en todos los ámbitos.
Históricamente, las personas con este tipo de discapacidad enfrentan desventajas, desigualdades y discriminación en todos los planos de la vida social, lo que impacta de manera negativa en su vida. Según la Sociedad Mexicana de Oftalmología, el año pasado había alrededor de 416,000 personas con ceguera en México. De acuerdo con el INEGI, el 32 % de las personas ciegas o con debilidad visual mayores de 12 años se encuentran económicamente activas. Sin embargo, la distribución del empleo por género señala que existe una disparidad en el número de puestos de trabajo otorgados a los hombres, quienes tienen una participación laboral casi tres veces superior a la de las mujeres.
Las actividades laborales que desempeñan son: 1.9 % profesionistas, 2.2 % técnicos especializados, 1.2 % funcionarios públicos y gerentes del sector privado, 5 % oficinistas, 5.3 % trabajadores domésticos, 6 % empleados en servicios, 16.6 % vendedores dependientes y ambulantes, 19.2 % obreros y artesanos, y 26.6 % agricultores.
Este indicador pone de manifiesto que, a pesar de los discursos de inclusión, aún existen muy pocos espacios laborales para las personas ciegas. Actualmente, diversas agencias de colocación de empleo han centrado sus esfuerzos en apoyar y dar seguimiento a este sector de la sociedad en su búsqueda de empleo.
Las personas con discapacidad buscan capacitarse para el desempeño de tareas dentro de las organizaciones y no hay excusa para no incluirlas en el mercado laboral. En realidad, varios estudios han demostrado que son muy productivas y se especializan constantemente en las áreas que les interesan.
De acuerdo con CINIA, un proyecto empresarial de integración socio-laboral que ha evolucionado a una comunidad con discapacidades sensoriales, intelectuales y/o motrices, las personas con discapacidad visual pueden desempeñarse en puestos como:
- Recepcionista: encargándose del primer contacto con el cliente, gestionando el email y las llamadas telefónicas, entre otras funciones.
- En el área textil: para clasificar, doblar prendas de ropa, empacar, rellenar.
- Vendedor: comunicando el producto, asesorando a los compradores, fidelizando clientes y captando nuevos.
- Procesos de calidad: desempeñando la revisión de imperfecciones de producción.
Otros empleos en los que pueden desenvolverse son telemarketing, cobranza y puestos administrativos u operativos.
¿Es real todo el discurso de "inclusión" del que se habla hoy en día en las empresas?
La inclusión de personas con discapacidad en las empresas es un tema que ha generado debate. Aunque hay un creciente reconocimiento de la importancia de la inclusión y la diversidad en el lugar de trabajo, todavía hay un largo camino por recorrer para lograr una verdadera inclusión de personas con discapacidad.
En algunas empresas, la inclusión de personas con discapacidad es un compromiso real y se han implementado políticas y prácticas para fomentarla. Incluso, algunas han adaptado sus instalaciones para que sean accesibles, ofrecen programas de capacitación y desarrollo para empleados, y han establecido políticas de contratación inclusivas.
Sin embargo, en otras empresas, la inclusión de personas con discapacidad sigue siendo solo un discurso. Aunque pueden tener políticas y programas, no siempre se implementan de manera efectiva, y las personas con discapacidad enfrentan barreras y obstáculos para acceder a oportunidades y recursos.
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