La pandemia de covid-19 reestructuró el ámbito laboral integrando el teletrabajo como una modalidad cada vez más viable. Esta tendencia avanzó a tal punto que, de acuerdo con datos de Statista, en 2023, el 67.8 % de los empleados de la industria tecnológica a nivel mundial trabajó total o mayoritariamente de forma remota. Si bien empresas como Amazon o Goldman Sachs buscan que los empleados vuelvan a las oficinas, esta tendencia está marcando una diferencia.
Actualmente, las empresas esperan que los candidatos a un puesto de trabajo colaboren, se comuniquen y busquen retroalimentación y tutoría, además de poseer los conocimientos necesarios para desempeñar sus funciones específicas, pero no se pone demasiado énfasis en examinar cómo se traducen estas competencias en un entorno de trabajo distribuido o híbrido en comparación con sus equivalentes en la oficina, en persona y totalmente sincrónicos.
Por lo tanto, de acuerdo con el Foro Económico Mundial (WEF), es importante evaluar también la "preparación para el trabajo remoto". Este coeficiente de preparación para el trabajo remoto o "inteligencia virtual" puede marcar un criterio para contratar a alguien.
Aun así, la inteligencia virtual no se limita solo al ámbito laboral, sino que además tiene implicaciones geopolíticas. Invertir en habilidades remotas en países con alto desempleo juvenil, en particular en África, Oriente Medio y partes de Asia, puede ayudar a preparar a los nuevos talentos para que ingresen a una fuerza laboral global.
Sin embargo, las habilidades técnicas, aunque esenciales, no son suficientes para disipar las preocupaciones de recursos humanos al contratar nuevos talentos. Más allá del dominio técnico, los empleadores buscan asegurarse de que sus empleados tengan buen juicio, especialmente cuando se trata de colaborar con equipos globales y diversos. Como menciona la experta en trabajo remoto, Cali Yost, "los empleadores necesitan saber si los empleados pueden empezar a trabajar de inmediato y mantener un alto nivel de desempeño, sin importar las diferencias de ubicación, espacio o zonas horarias".
En este contexto, surge la pregunta de cómo evaluar adecuadamente las habilidades necesarias para el trabajo remoto. Los líderes de RH enfrentan el desafío de identificar si los candidatos están realmente preparados para colaborar de forma remota, comunicarse efectivamente y buscar retroalimentación, todas competencias cruciales para los equipos distribuidos. Métodos como entrevistas basadas en inteligencia virtual o simulaciones de trabajo empiezan a tomar relevancia como estrategias para detectar estas competencias.
Para responder a esta necesidad, organizaciones como Localized y ETS desarrollaron herramientas como ETS Anywherepro, una evaluación diseñada específicamente para trabajadores digitales en entornos híbridos o remotos. Esta prueba, fruto de la colaboración entre expertos de ETS y científicos conductuales, ofrece un marco para validar las habilidades necesarias para el trabajo remoto. Además, para quienes no logran aprobar, las preguntas proporcionan oportunidades de aprendizaje y autoevaluación que facilitan el desarrollo continuo de las competencias.
Más allá de las herramientas de evaluación, existe un reconocimiento cada vez mayor de la importancia de las impresiones virtuales en el entorno laboral. Según la profesora Hayley Blunden, de la Escuela de Negocios Kogod, las interacciones virtuales tienen un impacto significativo en las percepciones que los demás tienen de uno. En este sentido, el WEF sostiene que gobiernos, universidades y empleadores deben adaptarse y priorizar la gestión de estas impresiones para asegurarse de que los empleados y candidatos puedan destacarse en el mundo laboral digital. (Notipress)