John y Georgia McGinty, una pareja de Nueva Jersey, no pudieron llevar a Uber ante los tribunales después de sufrir un grave accidente en marzo de 2022, cuando un conductor de la compañía se saltó un semáforo en rojo, provocando que otro auto los impactara. El choque le provocó fracturas cervicales, lumbares y de costillas a Georgia y una fractura en el esternón en John, así como afectaciones sicológicas en ambas víctimas.
Sin embargo, a pesar de las graves lesiones que sufrieron, un tribunal de apelaciones dictaminó que la pareja no puede llevar su caso a juicio con jurado debido a que habían aceptado los términos y condiciones de Uber. Al parecer, la hija menor de la pareja descargó Uber Eats, donde especifica que cualquier disputa relacionada con accidentes debe resolverse a través de arbitraje en un proceso extrajudicial, por lo que el tribunal determinó que estos términos son “válidos y ejecutables”.
“Estamos horrorizados por lo que sugiere la decisión del tribunal. Una gran corporación como Uber puede evitar ser demandada en un tribunal por consumidores perjudicados gracias a un lenguaje contractual oculto”, comentó la pareja, quienes señalaron que tienen planeado presentar un recurso ante la Corte Suprema.
Este no es el único caso en el que los términos ocultos en contratos limitaron la capacidad de los consumidores para demandar a una gran empresa, ya que recientemente, un tribunal permitió que Disney fuera llevada a juicio tras intentar evitar una demanda argumentando que el demandante había aceptado términos de arbitraje al aceptar una prueba de un mes para Disney+ en 2019.