Con más de 135 muertos confirmados, centenares de desaparecidos y millones de personas todavía sin energía, el devastador meteoro, uno de los más letales en la historia del país, podría afectar el apoyo a la fórmula oficialista liderada por Kamala Harris a lo largo de varios estados del sudeste del país.
Mientras las autoridades estatales y federales continúan la búsqueda de desaparecidos y las labores de rescate, los medios en EEUU han comenzado a preguntarse qué efecto tendrá el devastador paso del huracán Helene en las elecciones presidenciales, a poco más de un mes de los comicios y cuando varios de los territorios afectados están a punto de comenzar con la votación anticipada.
Si bien el desastre natural ha golpeado a 6 estados (Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Tennessee y Virginia), los artículos centran las interrogantes sobre el potencial efecto en la contienda electoral —la más reñida de la historia reciente del país— en los 3 primeros de ellos, ya que el resto están, según los sondeos, decididos desde hace meses (Carolina del Sur y Tennessee irán a los republicanos, mientras que los demócratas llevan una gran ventaja en Virginia).
Ante esta situación, tanto el expresidente Trump como la vicepresidenta Harris modificaron desde el pasado fin de semana sus agendas y cancelaron mítines para centrar la atención en los estados afectados, visitando centros de atención y agencias federales dedicadas a la gestión de emergencias.
"En elecciones que podrían decidirse por unos pocos miles, o incluso unos cientos de votos, cualquier respuesta que pudiera percibirse como indiferente, inapropiada o incompetente podría ser letal", señala The Hill en el artículo titulado El huracán Helene cambia la dinámica política en 3 estados.
En ese sentido, la nota señala que los daños de Helene y sus posibles consecuencias políticas han generado comparaciones con Katrina, el huracán que provocó la muerte a más de 1.000 personas en Nueva Orleans y los alrededores de Luisiana en 2005 y se convirtió en un lastre para el entonces presidente George W. Bush, que fue duramente criticado por una fallida y lenta respuesta, que para muchos exhibía el desprecio del mandatario republicano por los ciudadanos afroamericanos y de bajo nivel socioeconómico.
"En este momento, la presión está sobre el presidente Biden, porque su reputación entre muchos votantes es que solo está marginalmente a la altura del cargo [debido a su deterioro cognitivo]. Cualquier reacción que parezca un poco lenta (...) tendrá consecuencias políticas para él y sus colaboradores. Así que creo que la presión [de responder a tiempo y eficientemente] recae claramente sobre los demócratas", consideró Stephen Smith, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Washington en St. Louis.
"Existe una tendencia lógica a responsabilizar a los que están en el poder si las cosas no salen bien (...) Creo que el Gobierno de Biden y la campaña de Harris son conscientes de esta situación", añadió el experto a The Hill.
En ese sentido, los republicanos, empezando por el propio expresidente y candidato Donald Trump, ya comenzaron a criticar a la Administración Biden por no estar a la altura de la tragedia.
"Los demócratas inventaron lo de hacer política con los huracanes y ahora podrían resultar perjudicados por esta estrategia. Hay millones de personas sin electricidad, hay decenas de miles de ciudadanos que lo han perdido todo. En el terreno, eso ciertamente afectará los resultados electorales", opinó Ford O'Connell, estratega republicano.
La nota señala además que los miembros de las campañas de ambos partidos están preocupados por cómo el desplazamiento de miles de votantes, tanto en áreas rurales como urbanas, afectará la participación electoral, especialmente en Florida y Carolina del Norte, donde en el pasado las elecciones se han decidido por apenas de miles de votos, una cifra mucho menos que la de ciudadanos que han tenido que ser relocalizados o se encuentran en refugios hace varios días debido a la gravedad del huracán.