Jessica Lawson, una mujer de 36 años y exprofesora de secundaria en el condado de Fremont, Idaho, fue sentenciada a pasar entre 2 y 20 años en prisión por mantener relaciones sexuales con un adolescente. Además, las autoridades advirtieron que será registrada en la lista de delincuentes sexuales, por lo que deberá asistir a tratamiento cuando obtenga la libertad provisional, según determinó Stephen Dunn, juez de distrito.
Como parte de un acuerdo de culpabilidad, en agosto Lawson se había declarado culpable de dos cargos de agresión sexual que involucraban el suministro de una sustancia controlada a un menor y otro por facilitar el acceso bebidas alcohólicas a un menor; sin embargo, ambos cargos fueron retirados.
De acuerdo con los documentos judiciales, el 6 de noviembre de 2023, agentes de la policía detuvieron un vehículo por tener una luz trasera rota, pero durante la inspección, descubrieron que el automóvil era conducido por un joven de 16 años, a pesar de estar registrado a nombre de Jessica Lawson, mientras ella iba alcoholizada en el asiento del copiloto.
Update:
— Orietta Rose ???????? (@0riettaRose) September 27, 2024
Jessica Lawson has been sentenced to a minimum of two years and a maximum of 20 years in prison.
She was also given a 20-year no contact order with the victim. https://t.co/LCCDzzaqqp pic.twitter.com/z8ZncAevee
El joven aseguró que la mujer le autorizó conducir su vehículo “porque estaba demasiado borracha” para hacerlo por su cuenta. Según la versión del adolescente, durante la noche anterior, la mujer pasó por él a su casa y fueron a la casa de ella, donde bebieron alcohol, fumaron marihuana y tuvieron relaciones sexuales.
Sin embargo, la mujer admitió haber recogido al adolescente en su casa y bebido alcohol en casa de ella, pero asegura que, aunque tiene marihuana en su casa, no le dio la droga al menor, y negó cualquier tipo de contacto sexual con él.
Lawson se disculpó con la víctima y sus familiares, asegurando a las autoridades que sus acciones son resultado de una relación abusiva que vivió cuando tenía 15 años. Además, el juez le prohibió mantener contacto con la víctima durante los siguientes 20 años.
Por su parte, el padre del adolescente comentó que adoptaron al joven unos días antes de lo sucedido, y que debido a la falta de figura paterna, no sabe diferenciar entre el bien y el mal. “Nunca supo lo que es tener una madre y un padre. A mi hijo le va a llevar mucho tiempo sanar y ni siquiera conoce las heridas que tiene todavía. No va a entender esas heridas hasta que sea padre”, comentó.
Finalmente, los padres del joven aseguraron que este caso se trató bajo un criterio de doble moral, ya que si la víctima hubiese sido una mujer y el acusado un hombre, el castigo hubiese sido más severo.