En octubre de 2004, dos físicos revolucionaron la ciencia al compartir el descubrimiento de un nuevo material de forma cristalina del carbono al cual llamaron "grafeno". Este componente se caracteriza por tener una dureza 200 veces superior a la del acero, pero, a la vez, 5 veces más ligero que el aluminio. Si bien el descubrimiento llamó la atención de la comunidad científica en ese momento, con los años el entusiasmo se fue perdiendo.
Las expectativas por el grafeno eran tal que en 2010 los descubridores del material, Andre Geim y Konstantin Novoselov, recibieron el Premio Nobel de Física. Sin embargo, la falta de resultados sobre un impacto real de este componente hizo que muchos comenzaran a olvidar el denominado "material del futuro".
Geim justifica la falta de resultados inmediatos asegurando que "las tecnologías que rompen los moldes como los automóviles, la televisión o el plástico requirieron décadas de desarrollo. El grafeno apenas llega al gran esquema de las cosas, por lo que es demasiado pronto para sacar conclusiones sobre su impacto".
Aun así, el grafeno se introdujo sigilosamente en varias áreas llegando a reemplazar otros materiales. Actualmente, es muy utilizado en la fabricación de neumáticos de autos y bicicletas, como también en baterías y supercondensadores. El grafeno permite tiempos de carga más rápidos y una mayor duración.
El material es también utilizado en la salud. La empresa catalana InBrain Neuroelectronics logró extirpar un tumor cerebral con una tecnología hecha de grafeno. La BCI-Tx fue capaz de diferenciar entre tejido cerebral sano y tejido cerebral canceroso con una precisión sin precedentes.
Por otro lado, el grafeno promete mejorar el aislamiento térmico de los edificios. Además, podría ser más resistentes a la corrosión, a la humedad y al fuego. En el mismo sentido, el material podría ayudar a crear dispositivos electrónicos inmunes a la humedad.
"A medida que los métodos de producción mejoren y los costos disminuyan, podemos esperar que el grafeno se adopte cada vez más ampliamente en productos de uso general", afirma Geim. "Personalmente, después de dos décadas, todavía me emociono cuando lo pruebo para algo nuevo en el laboratorio", agrega.
Evidentemente, el grafeno está ganando relevancia en la ciencia y en el mercado. De hecho, grandes corporaciones como SpaceX, Tesla, Panasonic, Samsung, Sony y Apple ya lo están utilizando para desarrollar nuevos productos. De acuerdo con Geim, a medida que los métodos de producción mejoren y los costos disminuyan, el grafeno podría adaptarse cada vez más en productos de uso general. (NotiPress)