Sebastián Barreiro, hijo de la vicepresidenta de Ecuador y actualmente procesado por presunto tráfico de influencias, denunció el viernes amenazas contra su vida tras una acusación por lavado de dinero, y responsabilizó al Gobierno por su seguridad.
"Responsabilizo al gobierno de turno, responsabilizo a los ministros y a cada uno de ellos por mi vida, por lo que pueda llegar a suceder", declaró a medios locales Barreiro, hijo de la vicepresidenta, Verónica Abad.
Barreriro aseguró que ha recibido amenazas en su domicilio, en cuya puerta le dejaron un mensaje con el aviso de que era espiado, por lo cual decidió presentar una denuncia por intimidación ante la Fiscalía General del Estado. Además, dijo que teme un intento de asesinato o de secuestro en su contra, y que drones han sobrevolado su vivienda.
A su vez, rechazó tener cuentas en paraísos fiscales por unos 7 millones de dólares, como afirma una denuncia periodística difundida el jueves, así como la investigación judicial iniciada por el presunto cobro a un empleado público de un porcentaje del sueldo a cambio de un puesto en la Vicepresidencia de la República. Barreiro cumplió prisión en la cárcel de máxima seguridad conocida como La Roca, en el sur del país, pero fue excarcelado tras el pago de una fianza para que se defienda en libertad.
Abad, designada "embajadora por la paz" en Israel y recientemente reubicada en Turquía por razones de seguridad, afirmó en marzo pasado que el gobierno del presidente Daniel Noboa la presiona y extorsiona con la aprehensión de su hijo para que renuncie al cargo.
