La partida de un ser querido es, indiscutiblemente, una pérdida irreparable, más aún cuando se trata de un amigo incondicional, fiel y amoroso como lo son las mascotas. Es así como surgen las funerarias para animales, sitios en los que se enfocan en darle la despedida adecuada a una mascota recién fallecida, resaltando el papel que tienen como un miembro más de la familia.
Sobre esto habló Guadalupe Martínez, directora de “Paw Paradise” en entrevista para Imagen Poblana, afirmando que en este sitio buscan que las personas puedan darle el último adiós a ese ser amado. En esta funeraria para mascotas dan servicio para todo tipo de animales, sin importar su especie o tamaño, pues sólo se concentran en acompañar a la gente en su proceso de duelo.
Guadalupe es histopatóloga embalsamadora por formación, con experiencia en funerarias de humanos y, desde el 16 de febrero del 2018, es directora general de Paw Paradise. La idea surgió tras percatarse de que nadie le daba la importancia que se requería a la despedida de una mascota, esto sumado a su amor por los perros.
Paw Paradise se ubica en la avenida Diagonal de la 39 Oriente, número 412B, colonia Anzures, a la vuelta de Plaza Dorada. Sus servicios funerarios están disponibles las 24 horas, por lo que la gente puede acudir en cualquier momento.
Desde que abrió la funeraria, siempre han tenido afluencia de gente que acude con ellos. Al principio no tuvo un impacto significativo, pero año con año han ido creciendo en cuanto a clientes, pues ahora se sabe que hay un lugar en Puebla en donde brindan el servicio de manera profesional, por lo que ya no sólo entierran a sus mascotas en el jardín o algún otro lugar.
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Sobre sus servicios, tienen la cremación de mascotas, así como una sala en la que las personas le pueden dar la última despedida a sus mascotas en una ceremonia formal. El proceso inicia con un arreglo estético en el que se ocupan de mejorar el aspecto del animal, pues algunos estuvieron hospitalizados meses o sufrieron un accidente, por lo que su apariencia ya no es la mejor.
En esto, ellos también tienen una serie de medidas preventivas como el uso de guantes de látex y mascarilla en todo momento, a fin de evitar contacto directo. En particular, los gatos son portadores de una bacteria llamada leptospirosis que puede contagiar a humanos, por lo que es importante cuidarse.
Luego está la sala de despedida, ambientada con la leyenda del “Puente del Arcoíris” que atraviesan las mascotas al morir para trasladarse al cielo, donde recuperan la forma inicial con la que los conocimos. Ahí, las personas pasan con su mascota por el puente, debajo del arcoíris y finalizan poniéndolo en una cama para celebrar una ceremonia guiada por un tanatólogo profesional.
Otro aliciente del lugar es que cuentan con una sala específicamente diseñada para niños, en la que los pequeños pueden ir y hacer un dibujo o escribirles una carta a sus mascotas recién fallecidas. En las paredes de esta habitación se pueden ver los dibujos hechos por infantes, algunos con varios años de antigüedad.
Los precios varían y se calculan con base en el peso del animal, no tanto por el tamaño, pero en general van de los 1,500 hasta los 5,000 pesos. Esto aplica tanto para la sola cremación del cadáver, como para los que prefieren una despedida más elaborada.
Aunque lo más común son los perros y gatos, también han recibido serpientes, hámsters, hurones, cuyos, erizos y aves, pero en definitiva el más raro que se ha presentado es un chango, pues hasta la fecha sólo han llevado uno. En estos casos, los precios también se definen por el peso, pero al ser especies más chicas, pueden costar hasta 1,000 pesos.
Aunado a esto, también cuenta con planes de prevención, que son como los planes funerarios que se contratan para los humanos antes de morir, se pagan poco a poco y no se activan hasta el momento en que el animal fallece. Estos varían en costo, pero oscilan entre los 2,000 o 6,000 pesos, una vez más, dependiendo del peso de la mascota.
En Paw Paradise, todo el personal está capacitado para brindar el servicio de la mejor manera posible y atender a las personas en su momento de duelo. Algunas personas pueden llegar molestas y comportarse de forma grosera, pero ellos saben cómo guiarlas y reaccionar con paciencia y comprensión.
Desde su punto de vista, los servicios más difíciles de atender siempre son los de personas de la tercera edad, pues en muchos casos las mascotas son su única compañía, lo que hace más difícil la despedida. Asimismo, están los niños que pierden a su mascota y apenas están aprendiendo el proceso de duelo.
Cuenta con experiencia desde el 2012, por lo que sabe cómo lidiar con el impacto emocional de atender estos casos, pero ello no significa que no sienta las pérdidas. Gracias al libro “La muerte de un amanecer”, cambió totalmente su percepción de la muerte, lo que le ayuda a acompañar a las personas en su duelo.
“Aunque pudiera pensarse que este trabajo es muy metódico y siempre es lo mismo, no, cada familia es distinta y cada familia tiene una historia diferente”, finalizó Guadalupe.