PAN, acumulando derrotas en Puebla aun después de la elección

PAN, acumulando derrotas en Puebla aun después de la elección

Foto: Enfoque

Después de los resultados de las elecciones del 2 de junio, el Partido Acción Nacional (PAN) sigue en un alargado y tropezado proceso de renovación, desde la dirigencia nacional hasta las de algunos estados. Esto contrasta con lo que ocurre en el bando rival, pues en Morena, luego de la apabullante victoria en las urnas, ya eligieron a su nueva líder nacional, María Luisa Alcalde Luján.

 

Tras la derrota a nivel nacional apenas están definidas las planillas de quienes aspiran a la dirigencia del partido, pero en entidades como Puebla este proceso se ha retrasado, provocando inconformidad en los militantes. Esto se vio con el frente que conformaron cuatro panistas para pedir que se haga una rápida renovación del partido, pues van más de tres meses de inacción.

 

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Esto se suma a las derrotas, críticas y tropiezos que ha tenido Acción Nacional en Puebla, un estado que fue considerado un bastión panista, pero hoy parece quedar relegado como fuerza política. Los señalamientos han sido más para la actual líder del partido, Augusta Díaz de Rivera, a quien acusan de inclinar la balanza hacia sus intereses personales, todo después de la derrota electoral.

 

Las otras derrotas de Acción Nacional

 

La primera acción que generó descontento entre la militancia panista, fueron las declaraciones de su dirigente, Augusta Díaz de Rivera, respecto a su sucesor al frente del partido. El 3 de junio, un día después de la elección, al pronunciarse sobre la derrota de la coalición “Mejor rumbo para Puebla”, Augusta sugirió que el próximo dirigente debía ser Eduardo Rivera Pérez, excandidato a la gubernatura.

 

Esto causó descontento en más aspirantes a la dirigencia, puntualmente en el grupo conformado por Rafael Micalco, Mónica Rodríguez, Edmundo Tlatehui y Filomeno Sarmiento, quienes acusan que Augusta Díaz está ayudando a Eduardo Rivera para posicionarlo y que sea el próximo dirigente panista, esto a través de una campaña y recorridos por todo el estado.

 

A esto se suma que no hay convocatoria para el proceso de renovación, lo que señalan como una forma de dilatar el proceso para que no involucre a la militancia y sea una decisión sólo del consejo.

 

 

 

Por otra parte están las “derrotas” que no fueron propiamente en las urnas, sino en los tribunales electorales. Tal es el caso del municipio de Venustiano Carranza en el que su candidato, Marco Antonio Valencia Ávila no pudo alzarse con la victoria como presidente municipal, ya que el Instituto Electoral del Estado (IEE) declaró nulidad de la elección tras diversas anomalías en el cómputo de las actas.

 

Fue el 16 de junio, dos semanas después de la elección, cuando el IEE determinó que no había condiciones para declarar a un ganador, esto porque al menos 44 paquetes electorales resultaron dañados tras los hechos violentos durante la jornada electoral. En consecuencia, el PAN perdió la oportunidad de gobernar otro municipio, pues tendrá menos de 20 ediles.

 

En el Legislativo estatal, la 4T dejó a la oposición sin diputados de mayoría relativa al ganar los 26 distritos, lo que relegó al PAN a conformarse con legisladores de representación proporcional. En primera instancia, el IEE otorgó siete plurinominales al instituto blanquiazul e incluso recibieron sus respectivas constancias de mayoría, pero otros partidos iniciaron impugnaciones por el reparto de pluris.

 

Tras los alegatos de otras fuerzas políticas, a finales de agosto el PAN perdió a una de sus pluris, la de la diputada Mar y Cielo Aldana, por lo que impugnaron tal decisión. El 14 de septiembre, a menos de 24 horas del inicio de la LXII Legislatura, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) les quitó otra pluri, por lo que se quedaron sólo con cinco diputados.

 

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Los cinco diputados con los que se tuvieron que conformar cobran más relevancia si se compara con los que obtuvieron otras bancadas, como la del Partido Verde que llegó a siete y se impuso como la segunda fuerza política, o el Partido del Trabajo que alcanzó cinco, empatando con el PAN como tercera fuerza política en un estado que por años fue dominado por Acción Nacional.

 

Los tribunales tampoco les dieron la razón por las denuncias que presentaron en contra de sus rivales políticos durante el periodo de campaña, pero las resoluciones se empezaron a dar después del proceso electoral. En un momento anunciaron más de 80 denuncias por actos anticipados de campaña, uso de recursos públicos con fines electorales o anomalías durante la jornada electoral.

 

 

 

Después de las elecciones, muchas de estas fueron desechadas o las declararon improcedentes, o bien, el propio equipo legal del PAN las presentó fuera de tiempo, por lo que no tuvieron mayor avance. Otras como las de promoción anticipada del candidato de Morena a la gubernatura tampoco llegaron a cauce, a pesar de las lonas, espectaculares y bardas que se vieron en el estado por meses.

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