Brasil no piensa renunciar a la explotación de combustibles fósiles, a pesar de las presiones crecientes por su impacto en el calentamiento global, advirtió el lunes el ministro de Minas y Energía, Alexandre Silveira. "No podemos y no vamos a renunciar a conocer el verdadero potencial petrolífero del país; mientras haya demanda de gas y petróleo, Brasil seguirá en ese mercado", afirmó Silveira durante la apertura de la mayor feria brasileña del sector, en Río de Janeiro.
El funcionario destacó que Brasil tiene que aprovechar la pluralidad de fuentes de energía de las que dispone sin curvarse a "extremismos internacionales", en una supuesta alusión al movimiento ecologista.
El Gobierno brasileño es cada vez más cuestionado porque intenta posicionarse como un país central en la diplomacia verde y la transición energética, pero a la vez quiere aumentar su producción de petróleo. En este sentido, el ministro afirmó que tiene "absoluta convicción" de que el Gobierno finalmente autorizará la explotación de petróleo en el llamado "margen ecuatorial".
La posibilidad de extraer petróleo de esta zona de alta mar, relativamente cercana al delta del río Amazonas, es muy criticada por los activistas ambientales y enfrenta a dos alas del Gobierno.
Los órganos técnicos del ministerio de Medioambiente la ven problemática y han emitido dictámenes negativos, pero tanto el ministro de Minas y Energía como Petrobras (una empresa semiestatal) son abiertamente favorables.
