Del auge a la quiebra: Tupperware y otras empresas que terminaron en bancarrota

Esta semana, la marca mundialmente famosa por sus productos de plástico para almacenar alimentos, Tupperware, se declaró en bancarrota, después de enfrentar en los últimos años problemas financieros debido a una caída en las ventas. Por ello, la compañía ha solicitado protección bajo el Capítulo 11 de la ley de quiebras en Estados Unidos, lo que le permitirá reorganizarse y reestructurar sus deudas mientras continúa operando. Sin embargo, esta situación ha sembrado la incertidumbre sobre el futuro de la compañía y el impacto en sus empleados y vendedores.

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Pero ¿qué significa que una empresa esté en bancarrota?

La bancarrota es un proceso legal que se presenta cuando una empresa ya no puede pagar sus deudas y se ve obligada a buscar protección en la corte. Es decir, cuando el patrimonio neto está en números negativos y no cuenta con el total de activos suficientes para cumplir con sus obligaciones financieras, como pagar a sus acreedores, proveedores o empleados.

Es importante aclarar que cuando una empresa está en quiebra es muy distinto que cuando está en una situación de suspensión de pagos. La suspensión de pagos se da en momentos en los cuales la empresa no tiene la liquidez necesaria para hacer frente a los pagos, pero en cuanto adquiere la liquidez suficiente puede hacerlos. En el caso de la bancarrota, la compañía no puede hacer frente a los pagos de forma definitiva.

Cuando una empresa se declara en bancarrota se pueden presentar diversos escenarios para poder salir de esta situación. La empresa busca protección en la Corte bajo el Capítulo 11 de la ley de quiebras en Estados Unidos, lo que le permitirá reorganizarse y reestructurar sus deudas.

Otra manera de recuperarse, es que la empresa puede reorganizarse y reducir sus deudas, cancelar contratos, vender activos y hacer cambios en su estructura operativa. Ahora bien, si la reorganización no es posible, la empresa puede optar por liquidar sus activos para pagar a sus acreedores.

Es un hecho que la bancarrota puede afectar a los empleados, ya que pueden perder sus trabajos o experimentar cambios en sus condiciones laborales. De igual forma afecta a los clientes, ya que pueden perder acceso a productos o servicios que dependen de la empresa. Pero. además, la bancarrota puede tener consecuencias financieras significativas para la empresa, incluyendo la pérdida de valor de acciones, la cancelación de contratos y la pérdida de confianza de los inversores y clientes.

¿Qué otras empresas famosas se han ido a la quiebra?

Además de Tupperware, otras empresas han pasado por este mismo escenario, acá te presentamos algunas de ellas.

Kodak

En 1975, Steve Sasson inventó la primera cámara digital, pero posteriormente desaprovecharon la oportunidad al no saber entender la potencia que tenía la fotografía digital. Desarrollaron la primera cámara digital para el público, pero no la lanzaron por miedo a los efectos que podría tener en el mercado cinematográfico. Al final fue un éxito, pero no supieron adaptarse y en 2012 se declararon en bancarrota.

Nokia

Diversos factores provocaron que Nokia fracasara, como la llegada de los smartphones de Apple y Google, pero un aspecto muy importante y que es poco conocido fue su incursión en la industria de la navegación. Nokia quería ser un referente en la ubicación de los usuarios pero cometió un gran error: apostó por un modelo tradicional de navegación, mientras que su competencia aprovechaba las nuevas tecnologías y se servía de un modelo exponencial. En 2012 Nokia se declaró en bancarrota.

Blockbuster

La cadena de videoclubes más importante del mundo se declaró en bancarrota el 23 de septiembre de 2010. La empresa solicitó la protección del gobierno de Estados Unidos y se acogió al Capítulo 11 de la Ley de quiebras. Mientras Netflix avanzaba de acuerdo a las exigencias de sus clientes convirtiéndose incluso en una productora de series y películas, Blockbuster se hundía por la falta de visión estratégica.

Aeroméxico

La aerolínea se declaró en quiebra en 2020 en medio de una fuerte caída de la demanda debido a la pandemia del coronavirus. La cantidad de pasajeros transportada se desplomó más de 90 % y la empresa recibió poco o ningún apoyo gubernamental. Después de 20 meses, Aeroméxico formalizó su salida del Capítulo 11 de la Ley de Bancarrota en Estados Unidos, la cual le brindó protección para reorganizar sus adeudos y le permitió mantenerse en operación durante la crisis sanitaria.

Interjet

La aerolínea mexicana fundada en el 2005, fue declarada en quiebra después de que un juez ordenara la venta de sus bienes para cubrir los adeudos de más de 40,000 millones de pesos con sus acreedores. La compañía dejó de volar en diciembre del 2020 y un mes después se declaró en huelga. Interjet debía en ese entonces más 1,400 millones de pesos en salarios no devengados y otras prestaciones.