Investigadores del Servicio Nacional de Sangre y Trasplante (NHSBT) y el Laboratorio Internacional de Referencia de Grupos Sanguíneos (IBGRL), en conjunto con la Universidad de Bristol, hallaron un nuevo grupo sanguíneo denominado MAL.
Este hallazgo resuelve un misterio que estuvo presente por más de 50 años con relación al antígeno AnWj, el cual está presente en 99.9 % de la población mundial pero ausente en una pequeña minoría, lo que genera problemas de compatibilidad durante transfusiones de sangre y embarazos.
La catedrática y microbióloga María Molina explicó que este antígeno había sido identificado en la década de los 70 gracias al análisis de una mujer embarazada, descubriendo que algunas personas tienen este antígeno en negativo, lo que representa una incompatibilidad casi total con la mayoría de la población.
“El antígeno AnWj se conoce desde hace mucho tiempo. El estudio asegura que es un antígeno que, siendo positivo, está presente en la sangre del 99.9 % de la población mundial, sin ningún tipo de problema de salud. Sin embargo, desde los años 70, gracias al análisis de sangre de una mujer embarazada, se sabe que hay una pequeñísima parte de la población que tiene este antígeno en negativo, es decir, ausente en su organismo. Esta información es crucial a la hora de hacerles una transfusión o de gestar a un bebé”, asegura Molina.
El equipo identificó que esta particularidad está relacionada con un defecto en la proteína MAL, que las personas con AnWj negativo tienen segmentada. Además, descubrieron que esta condición es hereditaria, lo que abre nuevas vías para el tratamiento de personas afectadas.
“Gracias a aquella mujer embarazada, se sabía de la existencia del antígeno negativo, pero no de dónde venía ni por qué. Se determinó que es un ‘defecto’ de una proteína llamada MAL, que todo mundo tenemos completa y que las personas con AnWj negativo tienen segmentada. Esta condición es de origen hereditario”, concluyó la microbióloga.
Este descubrimiento permitió la creación de un nuevo grupo sanguíneo denominado “MAL”, que se une a los ya conocidos A, B, AB y 0. Louise Tilley, investigadora principal, destacó la importancia de este hallazgo, que permitirá una mejor atención a pacientes con esta rara condición.