Los cuerpos sin vida de 11 hombres fueron hallados en los alrededores de la ciudad mexicana de Ojinaga, fronteriza con Texas, sur de EEUU, entre los cuales dos habían sido decapitados, presuntamente asesinados por delincuentes del crimen organizado, informó este viernes la fiscalía general del estado de Chihuahua (norte).
"En la escena del crimen se localizó una manta con un mensaje escrito por parte de un grupo delictivo", dijo a periodistas locales una fuente de la Fiscalía General del estado.
Los cuerpos fueron arrojados en un predio rural de Ojinaga, municipio localizado a casi 300 kilómetros de la capital de ese estado fronterizo, cerca de las instalaciones de la estatal Comisión Federal de Electricidad, detalló la Fiscalía de Chihuahua, que encabeza el fiscal César Jáuregui.
Una ola de violencia azota esa región fronteriza desde mediados de septiembre, donde las autoridades han detenido a presuntos delincuentes a quienes les han confiscado armas y vehículos blindados.
La pequeña ciudad mexicana de poco más de 20.000 habitantes es sede de varias fábricas de manufacturas a orillas del río Bravo, que sirve de línea limítrofe y la convierte en una zona de tráfico de inmigrantes indocumentados.
Ojinaga y los municipios vecinos de Coyame y Benavides fueron escenario de hechos violentos hace poco más de una semana, que dejaron un saldo de seis personas fallecidas en Chihuahua.
En varios estados del norte de México ha estallado una nueva ola de violencia desde que el 25 de julio fueron detenidos en el lado estadounidense de la franja fronteriza un hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán e Ismael "El Mayo" Zambada, fundadores del Cártel de Sinaloa.
La defensa de Zambada dijo que su cliente fue traicionado, secuestrado y trasladado por la fuerza a EEUU por el hijo del "El Chapo", que purga prisión perpetua en una prisión estadounidense.