Uno de los problemas que enfrenta actualmente la medicina es la resistencia a los antimicrobianos (RAM) diseñados para eliminar a las bacterias. Cuando no se logra desarrollar suficientes medicamentos nuevos y se hace un mal uso de los existentes, la resistencia crece más rápido que la capacidad para combatir estos microbios lo cual desemboca en muchas infecciones comunes que antes eran tratables, solo que se vuelven más peligrosas, incluso fatales.
Sin embargo, la buena noticia es que el mundo ya cuenta con los conocimientos y las herramientas necesarias para combatir la resistencia a los antimicrobianos. Fundaciones como Novo Nordisk, están comprometidas a abordar esta cuestión mediante el apoyo a la investigación, la innovación y las iniciativas de promoción, y desarrollo de una acción coordinada a través de las fronteras en los años recientes.
Aún así, otras organizaciones como el World Economic Forum (WEF) aseguran que existe una clara necesidad de que el mundo se reúna nuevamente y tome medidas concretas para garantizar una sólida cartera de nuevos antibióticos en combinación con incentivos de mercado mucho más fuertes. Esto puede lograrse a partir del desarrollo de nuevas herramientas de diagnóstico y un acceso suficiente a los antibióticos existentes.
El WEF indica que la reunión de alto nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre resistencia a los antimicrobianos que se realizará el 26 de septiembre puede ayudar al mundo a tomar estas medidas y abordar esta cuestión. El borrador que se presentará es resultado de meses de colaboración entre gobiernos, organizaciones y expertos.
Por lo tanto, el proyecto reconoce tanto la urgencia como la inequidad del problema, ya que las mujeres, las personas en entornos de bajos ingresos y las personas con acceso limitado a agua potable, saneamiento e higiene tienen más probabilidades de experimentar RAM. El documento se destaca por centrarse también en la aplicación.
No obstante, los esfuerzos por combatir el RAM solo serán eficientes, asegura el WEF, si se tiene presente el costo humano de esta crisis. En 2019, alrededor de 3.500 personas perdieron la vida cada día debido a la resistencia a los antimicrobianos, y muchas otras quedaron atrapadas en un ciclo de enfermedad, hospitalización y miedo al futuro.
Los expertos son conscientes de que no existen soluciones que puedan considerarse "mágicas". De hecho, eso recuerda que si se intenta acabar con la resistencia, se está condenado al fracaso. En su lugar, el objetivo es tener siempre antibióticos eficaces donde y cuando se los necesite. (NotiPress)