¿Lo sabías? México no tuvo Acta de Independencia por más de 50 años

El 15 de septiembre de 1810 dio inicio la lucha de Independencia de México, después de que un emisario le informó al cura Miguel Hidalgo y Costilla que el movimiento contra el virreinato había sido descubierto. Los líderes independentistas habían acordado levantarse en armas en diciembre de ese mismo año, pero fueron denunciados ante las autoridades virreinales, lo que motivó a que se adelantara la fecha del inicio del movimiento con el Grito de Independencia. Tras 11 años de lucha que involucró a varios líderes, así como levantamientos armados, batallas y negociaciones políticas, México consumó su independencia.

El 27 de septiembre de 1821 el Ejército Trigarante entró a la Ciudad de México con cerca de 16,000 efectivos, todos encabezados por Agustín de Iturbide. Este suceso marcó el fin de la guerra y México adoptaría un gobierno monárquico moderado constitucional. Al día siguiente se redactó y firmó en dos ejemplares el Acta de Independencia del Imperio Mexicano, firmada por los miembros de la Soberana Junta Provisional Gubernativa y un órgano de gobierno provisional conformado por 38 aristócratas seleccionados por Agustín de Iturbide. Un ejemplar fue entregado a la Junta que representaba al poder Legislativo y otro al poder Ejecutivo.

Sin embargo, para el año1830, una de las actas ya no estaba en el archivo de Palacio Nacional, porque había sido robada por "un empleado infiel", apareciendo dos años después en Francia. El historiador Lucas Alamán trató de comprarla; sin embargo, sus negociaciones no fructificaron.

Pero también algunos investigadores, aseguraban que Juan Nepomuceno, hijo de José María Morelos, se la regaló a Maximiliano de Habsburgo cuando fue a ofrecerle la corona del imperio mexicano. Una versión más indica que Maximiliano la trajo de nuevo a México, pero cuando fue fusilado su secretario se la llevó a Europa y ahí se perdió por muchos años.

Mientras tanto, la segunda acta se quemó en el gran incendio de la Cámara de Diputados en 1909, la cual estaba ubicada en el Teatro Iturbide de la ciudad de México, y que fue usada como Cámara Legislativa Federal entre 1872 y 1909.

El acta robada de Palacio Nacional, apareció en México como parte de la Biblioteca del Emperador Maximiliano quien gobernó de 1864-1867. No se tiene conocimiento de cómo la obtuvo; sin embargo, en la parte posterior del acta se puede ver el EX LIBRIS del Emperador Mexicano. Algunos dicen que fue un regalo de Maximiliano a su esposa, Carlota.

Se dice que cuando fusilaron a Maximiliano el 19 de junio de 1867, Agustín Fischer, se robó parte de la biblioteca del Emperador, con todo y el Acta de Independencia, vendiendo todo el acervo en Londres.

Muchos años después, el intelectual, escritor, historiador y editor mexicano Joaquín García Icazbalceta logra rastrear la copia robada y la encuentra en Madrid, en la librería del anticuario Gabriel Sánchez. Icazbalceta tuvo el Acta de Independencia en su colección hasta que murió en 1894, heredándosela a su hijo Luis García Pimentel, descendiente de los Condes de Heras y Soto. Al perder gran parte de su fortuna, Luis vende el acta a su amigo Florencio Gavito en el año de 1947, quién al morir pidió, como una de sus últimas voluntades que su hijo entregara el acta al presidente de la República, lo cual se concretó en una ceremonia el 21 de noviembre de 1961, cuando Florencio Gavito Jauregi se la entrega al presidente Adolfo López Mateos.

Posteriormente se practicaron diversos estudios al documento para corroborar su autenticidad y que no fuera una falsificación. Después de estar en exhibición en el Museo Nacional de Historia del Castillo de Chapultepec, fue ingresada al Archivo General de la Nación, donde actualmente se preserva en su bóveda de seguridad.